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La relatividad de las distancias terrestres PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
jueves, 10 de enero de 2008

MÉXICO, DF. La distancia de una ciudad a otra, aunque se mida exactamente en kilómetros y eso de una idea de la lejanía, en realidad es relativa, ya que la rapidez con que se llegue de un sitio a otro depende en buena medida de las características y condiciones de la carretera.

Hay varios casos que ilustran esta percepción. Por ejemplo, durante tres décadas, Ixtapa fue un destino de mediano éxito hasta que construyeron la súper carretera que lo conectó con el Bajío. Hoy, de Morelia a esa playa de Guerrero se hacen sólo tres horas, por lo que su ocupación hotelera en temporadas altas y los fines de semana se incrementó drásticamente.

 

Ciudad Abierta

2008 Enero 10

La relatividad de las distancias terrestres

Según afirma Miguel Torruco Marqués, en términos de derrama económica el turismo doméstico es casi seis veces mayor que el extranjero: 60 mil millones de dólares anuales, frente a los poco menos de trece mil millones que los visitantes foráneos dejaron el año pasado en México.

El presidente de la Confederación Nacional Turística, uno de los tres organismos cúpula de la iniciativa privada del sector en el país, sostiene que en 2007 los mexicanos viajando por la república registraron más de 57 millones de llegadas a hoteles, lo que representó un crecimiento de 5.8%, con respecto a 2006.

Para el presente año, las proyecciones del organismo que dirige sostienen que esta cifra se elevará a casi 59 millones.

Pero no sólo eso, ya que sostiene que esos millones de llegadas significaron una ocupación de 95 millones 271 mil cuartos-noche, con un promedio de 1.66 noches por turista.

Para 2008 prevé que la cifra se eleve a 97 millones.

“La estadía promedio presenta una tendencia a la baja, lo que indica que, aunque la afluencia de turistas ha venido creciendo, éstos permanecen menos tiempo en los hoteles”, dice.

Si imaginamos a 59 millones de mexicanos viajando por nuestro territorio, significa que, en promedio, cada mes se desplazan casi cinco millones, los cuales difícilmente podemos pensar que lo hacen mayoritariamente por avión.

Para el tamaño de nuestra población, resulta pequeña la cantidad de compatriotas con la posibilidad de desplazarse por aire; la cual, no obstante, se ha visto ligeramente incrementada en los dos últimos años con la aparición de las líneas de bajo costo.

No obstante, aun así, el grueso de la población viaja por tierra, ya sea en su propio vehículo o en autobús.

Aunque es muy probable que muchos de los que salen de vacaciones con toda la familia y se ven obligados a desplazarse en su automóvil para no recorrer grandes distancias, eligen hacerlo a una ciudad cercana donde tienen familiares. De esta manera, los hijos pequeños no sufren un largo viaje que les resulta aburrido y, de paso, se ahorran el hotel al hospedarse en casa de sus parientes.

Sin embargo, la distancia de una ciudad a otra, aunque se mida exactamente en kilómetros y eso de una idea de la lejanía, en realidad es relativa, ya que la rapidez con que se llegue de un sitio a otro depende en buena medida de las características y condiciones de la carretera.

Hay varios casos que ilustran esta idea. Por ejemplo, durante tres décadas, Ixtapa fue un destino de mediano éxito hasta que construyeron la súper carretera que lo conectó con el Bajío. Hoy, de Morelia a esa playa de Guerrero se hacen sólo tres horas, por lo que su ocupación hotelera en temporadas altas y los fines de semana se incrementó drásticamente.

A su vez, hace poco tiempo concluyeron la autopista que va de Toluca a Morelia y, más recientemente, el libramiento que evita pasar por Toluca. Así, hoy Morelia está también a tres horas de la capital del país –una gran emisora de viajeros—y, por lo tanto, Ixtapa-Zihuatanejo se encuentra a seis horas, lo que convierte a este destino en una alternativa muy elegible para conocer lugares nuevos, en lugar de ir, por enésima vez, a Acapulco.

Igualmente, la antes lejana ciudad de Oaxaca de repente se apareció como una muy interesante opción cuando ampliaron la carretera que la une al Distrito Federal, la cual la puso a menos de cinco horas de trayecto.

Sí, las carreteras deben medirse no en kilómetros sino en horas, y eso depende del buen estado de las vías de comunicación. No hay duda de que las autopistas e, inclusive, las carreteras modernas, vuelven relativas las distancias.

Con caminos seguros y confiables, tanto el turismo doméstico como el que puede entrar por nuestras fronteras terrestres, aumentaría en una proporción insospechada. Esa debe ser una de las prioridades del gobierno.

PIE DE FOTO: Playa Las Gatas, en Ixtapa-Zihuatanejo. OVC IXTAPA-ZIHUATANEJO

Periódico Turistampa

Modificado el ( miércoles, 13 de febrero de 2008 )
 
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