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Fonatur prepara un nuevo CIP... ¿en Sinaloa? PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 13 de enero de 2008

MÉXICO, DF. El director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, Miguel Gómez Mont, ha centrado su atención en la idea de hacer realidad un gran proyecto que sea una de las aportaciones del sexenio de Felipe Calderón a la economía del país: la creación de un nuevo Centro Integralmente Planeado (CIP).

Le pregunto en dónde estará, pero se niega a decirlo. Primero, porque la decisión todavía no está tomada; y, segundo, porque, de revelarlo, daría pie a que de inmediato los terrenos que tendrán que adquirir suban de precio, como ya ha ocurrido con otros proyectos que se han visto frustrados por este motivo.

 

2008 Enero 13

Ciudad Abierta

Fonatur prepara un nuevo CIP… ¿en Sinaloa?

A principios del año pasado, cuando estaba recién llegado al cargo, Miguel Gómez Mont era un director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) lleno de proyectos a desarrollar. Pero hoy, a once meses de distancia, la realidad le hizo ver que las cosas van a ser de otra manera.

Proveniente de la iniciativa privada como constructor de vivienda en Casas Geo, desde el principio descubrió que el mundo de la burocracia y la política se mueve con un ritmo diferente, alejado de la lógica del universo empresarial.

Varios son los obstáculos que, según platica, ha tenido que enfrentar para desarrollar su trabajo al frente del Fondo: exceso de normatividad, grillas de dentro y fuera del gobierno, restricciones legales y la indiferencia o poco interés de los legisladores que, como “siempre están pensando en la siguiente elección”, no les interesa perder su tiempo en proyectos de largo plazo.

Y si algo tiene que hacer Gómez Mont, es precisamente planear y trabajar para el futuro.

Frente a este panorama, ha replanteado sus objetivos y, si bien tiene como prioridad llevar a cabo la reestructuración de Fonatur para que deje de funcionar como una simple inmobiliaria y vuelva a ser el motor de desarrollo de la industria turística nacional, tal y como fue concebido hace más de treinta años, ha centrado su atención en la idea de hacer realidad un gran proyecto que sea una de las aportaciones del sexenio de Felipe Calderón a la economía del país: la creación de un nuevo Centro Integralmente Planeado (CIP).

Cuando el presidente Gustavo Díaz Ordaz decidió desarrollar ordenadamente una industria turística mexicana, a finales de los años 60 del siglo pasado, se decidió la construcción de cinco CIP´s: Cancún, Los Cabos, Ixtapa, Loreto y Huatulco, para lo cual se creó Fonatur.

A su sucesor, Luis Echeverría, le tocó desarrollar los cuatro primeros, pero luego, José López Portillo se olvidó de ellos deslumbrado por el descubrimiento de grandes yacimientos de petróleo.

Así que fue hasta el sexenio de Miguel de la Madrid cuando se retomó el plan y se inició la edificación de Huatulco.

Actualmente, los cinco CIP’s poseen alrededor de 70% de las habitaciones hoteleras de alta categoría del país, y en esa misma proporción captan a los turistas extranjeros y las divisas que éstos dejan.

Con los siguientes dos presidente no hubo ningún gran proyecto turístico. Es con Vicente Fox que se construye el sexto CIP: Litibú, en la Riviera Nayarit, cerca de Punta Mita, el cual ya fue terminado en su infraestructura básica, vendidos los terrenos y se encuentra en la fase de edificación de los desarrollos hoteleros, inmobiliarios y demás servicios.

El lugar, un secreto

Le pregunto a Gómez Mont en dónde estará este nuevo CIP, pero se niega a decírmelo. Argumenta. Primero, porque está analizando varias opciones y la decisión todavía no está tomada; y, segundo, porque, de revelarlo, daría pie a que de inmediato los terrenos que tendrán que adquirir suban estratosféricamente de precio, como ya ha ocurrido con otros proyectos que se han visto frustrados por este motivo.

Sin embargo, acepta reducir un poco el universo de probables sitios: el próximo CIP puede estar en Tabasco, Oaxaca, Sinaloa, Baja California, Baja California Sur o en la región de Jalisco conocida como Costalegre, entre Puerto Vallarta y Manzanillo.

Asimismo, descarta la Costa Maya porque es una región llena de mangle y desde febrero pasado la Ley General de Vida Silvestre prohíbe tocar los manglares.

También comenta qué condiciones debe reunir ese sitio: debe ser un destino de sol y playa, con bellezas naturales, que no tenga problemas ecológicos y donde exista pobreza, para que sirva como un polo de desarrollo económico.

Pareciera que México no ha cambiado en los últimos cuarenta años. Estos requisitos se parecen mucho a los mismos que el gobierno de Díaz Ordaz exigió para determinar la ubicación de los primeros CIP´s.

Más pistas: debe ser un lugar donde la infraestructura pueda construirse rápidamente y donde los propietarios de la tierra, sean ejidatarios o no, estén dispuestos a vender, ya que no considera recurrir a la expropiación para evitar de inicio conflictos sociales posteriores. Muy probablemente, cuando dice esto, el director de Fonatur está recordando los casos de Atenco, en el Estado de México, con el fallido proyecto del aeropuerto foxista; y el de la presa La Parota, en Guerrero.

Finalmente, con otra frase, Gómez Mont reduce aún más las opciones: lo más viable es algún sitio en el Mar de Cortés, dice.

Así, prácticamente deja fuera a Tabasco, Oaxaca y la Costalegre. Por lo que se puede deducir que el próximo Centro Integralmente Planeado estará en algún lugar de la península de Baja California o Sinaloa.

No obstante, si tomamos en cuenta que Baja California Sur ya tiene dos CIP´s: Los Cabos y Loreto, y que este último hasta la fecha es un fracaso, podemos pensar que difícilmente hay mercado en esa entidad para un tercer desarrollo de esta naturaleza.

Por tanto, tenemos dos probables finalistas: Baja California (BC) y Sinaloa.

Sin embargo, hasta el momento el gobierno de BC no ha hecho público su deseo de tener un CIP, en tanto que el secretario de Turismo de Sinaloa, Antonio Ibarra Salgado, desde hace meses lo viene buscando afanosamente y ya lleva tiempo cabildeando y trabajando para ello.

Ibarra tiene ya ubicadas dos mil hectáreas en algún sitio del municipio de Escuinapa.

“Donde queremos poner el CIP, el predio es de un solo dueño, no hay problema de tenencia de la tierra, no hay mangle, el lugar cuenta con una carretera angosta que se puede ampliar y a seis kilómetros hay un aeródromo que también se puede agrandar. Tenemos todo a favor. Además, el gobierno del estado ofrece poner la infraestructura, la carretera y el aeropuerto”, argumenta Ibarra.

¿Sinaloa será el lugar?

PIE DE FOTO: Escuinapa, Sinaloa. SECTUR SINALOA

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