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El impuesto que arruinó la reunión de cruceros en Cozumel PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 28 de octubre de 2007

La reunión anual de la Asociación de Cruceros Florida-Caribe, que se celebró en Cozumel y a la cual asistió el secretario de Turismo de México, Rodolfo Elizondo, se echó a perder cuando corrió la noticia de que en la Cámara de Diputados se había incluido en la Ley Federal de Derechos para 2008 un impuesto de 56 pesos para los turistas que arriben en crucero al país y pronto se votaría en el pleno.

Muchos de los asistentes se sintieron traicionados.

 

Ciudad Abierta

2007 octubre 28

El impuesto que arruinó la reunión de cruceros

El pasado 9 de octubre, un relajado y sonriente Rodolfo Elizondo cenaba en Cozumel con Mycky Arison, CEO de la naviera Carnival; Michele M. Paige, presidenta de la Asociación de Cruceros Florida-Caribe (FCCA), Ivonne Ortega, gobernadora de Yucatán, Félix González, gobernador de Quintana Roo y Gustavo Ortega, alcalde de la isla, entre otros personajes.

Era una celebración de mil personas llegadas de 24 países del Caribe y América Central, y 19 estados de México a donde arriban cruceros, para llevar a cabo la reunión anual de la FCCA, que esta vez eligió como sede a Cozumel, destino número uno del mundo en este renglón.

Entre la música, el ir y venir apresurado de los meseros y un ambiente de felicidad y palmaditas en la espalda, todos los discursos fueron optimistas. El presidente municipal de Cozumel dijo que durante muchos años en la isla vieron de lejos a los cruceros, hasta que entendieron que debían conocer y comprender las necesidades de esas empresas. “Hoy vemos a las líneas como socios comerciales, que también han participado en la planeación turística de Cozumel para los próximos veinte años”, expresó.

Micky Arison habló de lo buena que había sido su reunión de trabajo al mediodía con Elizondo, secretario de Turismo mexicano. Y, a dos años de que el huracán Wilma dañara fuertemente a esta isla, señaló: “Quiero celebrar el esfuerzo de las autoridades y del pueblo de Cozumel después de Wilma”.

Dan Hanrahan, presidente de Celebrity Cruises, externó que 2006 había sido un año récord para la industria de los cruceros y adelantó que, con los cuarenta barcos nuevos que pusieron en circulación, 2007 será todavía mejor. Afirmó que en Majahual las oportunidades para incrementar el número de embarcaciones son muy importantes, una vez que termine de ser reconstruido el próximo año, ya que fue destruido por Dean en agosto pasado; y advirtió que, aunque las cosas están muy bien en el Caribe, la competencia es muy fuerte en todo el mundo. No obstante, adelantó que su empresa iniciará una ruta que salga de Nueva York hacia destinos caribeños.

Por su parte, el gobernador de Quintana Roo simplemente celebró: “Este año todavía somos el líder mundial en cruceros, con Cozumel y Majahual”.     

En su breve intervención, Rodolfo Elizondo aseguró que la reunión de la FCCA era un evento importante para Cozumel, para Quintana Roo y para México. “Las navieras aquí presentes son nuestros nuevos socios”, aseveró.

Horas antes, durante la reunión de trabajo que Elizondo sostuvo con alrededor de 50 políticos mexicanos y representantes de las navieras, el más vehemente fue el secretario de Turismo de Guerrero, Ernesto Rodríguez Escalona, exponiendo las demandas de su entidad y, en particular de Acapulco; los estados del Golfo de California solicitaron apoyo para establecer la ruta Mar de Cortés, que incluya Puerto Peñasco, Guaymas, Topolobampo, La Paz y Mazatlán.

Los representantes de las entidades de la región acordaron constituir un frente común para crear ese recorrido y los ejecutivos de las navieras se sorprendieron de esa actitud proactiva, ya que regularmente son ellos quienes tienen que convencer a las autoridades de los destinos. “Nos encantó la idea y es un ejemplo de cómo se pueden hacer las cosas”, comentó Javier Garrido, abogado de Carnival.

Al siguiente día todo seguía muy bien. Elizondo voló a la Ciudad de México alrededor del mediodía y, poco después que se fue, comenzó a circular la noticia: la Comisión de Hacienda de la Cámara de Diputados había incluido en la Ley Federal de Derechos para 2008 un impuesto de 56 pesos para todos los turistas que arriben en crucero al país y pronto se votaría en el pleno.

Las caras serias aparecieron, el buen humor terminó. Los presidentes municipales de inmediato llamaron a sus gobernadores para que, a su vez, hablaran con sus legisladores para que trataran de frenar el asunto. Silvia Hernández, la ex secretaria de Turismo, hoy asesora y cabildera de las navieras, también se pegó al teléfono.

Al respecto, el asesor legal de la FCCA simplemente dijo: “México tiene el derecho de poner los impuestos que quiera, pero vamos a ser menos competitivos. Este impuesto va a afectar al país”. No amenazaron, pero ahí está, para quien quiera entenderlo. Muchos se sintieron traicionados.

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Modificado el ( miércoles, 28 de mayo de 2008 )
 
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