2006 noviembre 26

Ya abrió el Granduca en Houston

Su concepto es el de una propiedad residencial de lujo, donde sólo pueden entrar los huéspedes

Houston. El hotel Granduca, recientemente abierto en esta ciudad de Texas, celebró en días pasados la develación de la estatua emblemática de su esencia italiana: la efigie de Adalberto Malatesta, “Granduca di Monfallito”, ilustre personaje cuyo esposa era descendiente de la familia Saboya, que sirvió a Felipe II en el siglo XVI, y en su memoria esta nueva opción hotelera en Houston lleva el nombre de Granduca.

La propiedad, desarrollada por Interfin, tiene una evidente influencia italiana contemporánea en su arquitectura y decoración. Ubicado en el Boulevard de Uptown Park, una de las zonas más exclusivas de la urbe, el Granduca fue inaugurado el pasado 28 de septiembre bajo el concepto de hotel residencial de lujo, con tan sólo 130 habitaciones.

La estatua fue develada por Mary Grace Gray, gerente general del hotel; Giorgio Borlenghi, presidente de The Interfin Companies; y Thomas Potaje, escultor de la efigie ecuestre que a partir de ahora dará la bienvenida a los huéspedes.

“No sé si Houston necesita otro hotel, pero sí sé que necesita uno como éste, que es un hotel residencial, como una casa”, afirma Borlenghi, su propietario.

Por lo mismo, el Granduca carece de restaurante formal, salones de fiestas y Spa, para evitar que entren al hotel clientes que no sean huéspedes.

Sin embargo, cuenta con un bar y un comedor donde los clientes pueden desayunar algo ligero, además de que frente a la propiedad está el Spa con el que el hotel tiene un convenio para dar servicio a sus clientes, incluyendo masajes en el cuarto.

Igualmente, si alguien desea comer formalmente en su habitación, que realmente es un departamento con sala, cocina y comedor hasta de 200 metros cuadrados, puede pedir el servicio las 24 horas del día y la comida se encarga al restaurante Masraff´s, uno de los mejores de Houston y cercano al hotel.

Según explica Borlenhi, la gente se puede quedar en Granduca por una sola noche, pero en realidad este concepto está pensado para estancias largas. Su principal mercado está en quienes acuden a esta ciudad para tratamientos médicos junto con sus familiares; hombres de negocios y familias de vacacionistas.

Sus tarifas diarias, dependiendo de la suite que se alquile, van de los 260 a los 960 dólares, con descuentos de 10% por semana y de 20% si se renta por mes.

“Nuestras tarifas son altas para una ciudad como Houston, pero son competitivas con las de los mejores hoteles de la ciudad, como el St. Regis o el Four Season”, afirma Borlenhi.

Su propietario puntualiza que otro punto a su favor es que Granduca no es un hotel de una cadena trasnacional, ni es operado por una gran compañía que maneja muchas propietarias. Él mismo con su equipo de altos ejecutivos lo maneja, lo que garantiza que cada huésped reciba una atención personalizada.

En el caso del mercado mexicano, tiene la ventaja de que gran parte de su personal habla español.

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