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En Costa Rica, adrenalina día y noche PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 02 de febrero de 2003

2003 febrero 2

En Costa Rica, adrenalina día y noche

A dos horas y media de la Ciudad de México

Las noches en El Pueblo son el complemento para un día agitado en San José.

Costa Rica es mundialmente conocido por ser uno de los principales destinos de ecoturismo y turismo de aventura, pero muy poco se ha hablado de lo que ofrece al fin de la jornada. A esa hora es cuando la frase se repite: “vamos al Pueblo”.

El Pueblo es un centro comercial, cultural y de entretenimiento que ofrece al visitante una amplia variedad de actividades las 24 horas del día, desde tiendas de artesanías y galerías de arte, hasta restaurantes, bares y discotecas para todos los gustos y bolsillos.

El ambiente de este centro de diversión de la capital del país es una mezcla de jóvenes de la localidad y el aire cosmopolita que le dan los turistas de diversas nacionalidades que ahí suelen congregarse para relajarse bailando y bebiendo algún trago.

De esta forma suelen coronar el día después de experimentar un safari de cocodrilos, en el que se exploró el hábitat natural de estos lagartos navegando a través del río Tárcoles; o de haber soltado una buena dosis de adrenalina deslizándose en tirolesa sobre las copas de los árboles, de una plataforma a otra, a más de 30 metros de altura.

Ecoturismo

Otras opciones de contacto con la naturaleza en esta nación centroamericana son tomar un crucero por el Golfo de Nicoya y sus ínsulas, hasta llegar a la Isla Tortuga donde se puede nadar y bucear o pasear en canoa.

También existe la alternativa de conocer su volcán más activo: Arenal, que exhibe un espectáculo de constantes erupciones y forma en sus alrededores pozas de aguas termales, principalmente en la localidad de Tabacón.

A veinte minutos de San José se ubica el Bosque Lluvioso, donde vehículos abiertos por los costados llevan al turista al Centro de Visitas para recibir una explicación del proyecto ecológico.

Posteriormente se inicia una caminata con un guía naturalista hasta llegar a vivir la aventura del teleférico que atraviesa el Bosque Lluvioso y sus jardines colgantes de plantas y lo acerca a los animales que habitan o suelen estar en las copas de los altos árboles tropicales.

Un paseo igual de intenso es la Reserva Biológica Carara, localizada a una hora y media de San José, en la provincia de Puntarenas.

A lo largo de sus senderos se observa una gran variedad de vegetación, anfibios, reptiles y pájaros, algunos muy extraños como la guacamaya escarlata. También hay cocodrilos que miden más de tres metros de largo, distribuidos en el río Grande de Tárcoles.

Y si le gusta descender ríos, también se puede practicar en Costa Rica. Los rápidos del río Reventazón son los más populares del país.

El recorrido inicia con una serie consecutiva de corrientes aceleradas que mantienen la emoción a largo de todo el trayecto, el cual culmina con un almuerzo.

A San José se llega desde la Ciudad de México en un vuelo de dos horas y media de duración, un lapso relativamente corto para conocer un país que vive principalmente del turismo y en el que también hay casinos.

Milenio Diario. TornaVuelta

 
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