Los duros del PRI al rescate de Guerrero

Por Gustavo Armenta

Rubén Figuera Alcocer. FOTO: ENLINEADIRECTA.INFO

MÉXICO, DF. Julio 27 de 2011. El asesinato del arquitecto Javier Serrano, que se registró hace unos días en Ixtapa, uno de los principales centros turísticos de Guerrero, prendió los focos rojos en el aparato del gobierno estatal, lo cual abrió la puerta para el regreso de los duros del PRI.

Por esta razón, el pasado viernes en la mañana aterrizó en Ixtapa Rubén Figueroa Alcocer, quien fuera gobernador de la entidad, para ayudar a resolver el caso, no con métodos policiales, sino políticos. A la vieja usanza, pues.

Ciudad Abierta

Los duros del PRI al rescate de Guerrero

La violencia que se vive de manera recurrente en Acapulco tiene preocupado al gobernador de Guerrero, Ángel Aguirre; pero el asesinato que se registró hace unos días en Ixtapa, otro de los principales centros turísticos de este estado, prendió los focos rojos en el aparato del gobierno estatal, lo cual al parecer abrió la puerta para el regreso de los duros del PRI, que durante décadas gobernaron esas tierras.

Y es que, a diferencia del puerto acapulqueño, su vecino Ixtapa-Zihuatanejo hasta el momento había transitado sin mayores sobresaltos. Por esto es que la muerte del arquitecto Javier Serrano, el pasado 11 de julio, a manos de unos asaltantes, hizo reaccionar fuertemente a las autoridades guerrerenses, quienes quieren evitar que el fenómeno delictivo que ya se vive en Acapulco se replique en Ixtapa.

En la investigación del caso trabajan autoridades tanto del estado como federales, y muchos creen que la atención que se le ha puesto a este crimen para su pronto esclarecimiento se debe a que Serrano era yerno de María Elena Moreira, fundadora de la organización México Unido Contra la Delincuencia. Pero, más allá de esa que parece una casualidad, lo que Aguirre no quiere es que todo el estado se le convierta en un fango.

Por esta razón, el pasado viernes en la mañana aterrizó en Ixtapa Rubén Figueroa Alcocer, quien fuera gobernador de Guerrero de 1993 a marzo de 1996, ya que tuvo que dejar el cargo por la muerte de varios campesinos en el vado de Aguas Blancas, durante un operativo policiaco.

Famoso por su mano dura, Figueroa Alcocer es hijo de otro político todavía más duro: Rubén Figueroa Figueroa, que fue gobernador del mismo estado en el sexenio de José López Portillo, en la segunda mitad de los 80 del siglo pasado.

Pues bien, este viernes Figueroa Alcocer dejó sus ranchos de Veracruz, donde vive y trabaja, para volar a Ixtapa con el objetivo de entrevistarse con el presidente municipal de esa localidad, el priísta Alejandro Bravo Abarca, en un intento por ayudar a resolver el asesinato de Serrano, pero no de un forma policial sino política. Al viejo estilo, pues.

La lógica de Figueroa, quien sabe de estas cosas, es muy simple y práctica: el retén que pusieron en la carretera los delincuentes estaba a doscientos metros de distancia de un retén de policías municipales y muy cerca también de otro puesto de policías turísticos y, ¡oh casualidad!, a la hora del atraco no había ningún de esos policías en los alrededores.

Figuera sabe, o al menos eso cree, que la gran mayoría de la policía local está coludida con la delincuencia y se desaparecen a la hora que los hampones van a comenzar a operar, para dejarlos “trabajar” a gusto.

Por lo tanto, Figueroa Alcocer está convencido de que los policías municipales saben bien quiénes asesinaron al arquitecto Serrano y los conocen, porque se hacen de la vista gorda para dejarlos delinquir. Y, claro está, la connivencia es una forma de complicidad.

Cuando Figueroa tuvo que dejar anticipadamente la gubernatura, por decisión del propio Figueroa quien lo sucedió interinamente en el cargo fue Ángel Aguirre, el mismo que hoy de nueva cuenta es gobernador. Son viejos conocidos.

Esta semana ambos se reunieron y días después Figueroa llegó a Ixtapa para convencer al alcalde de que presione a sus policías para que digan quiénes son los asesinos. Así de simple.

Veremos si los viejos métodos de los duros todavía funcionan. Y probablemente también pronto veremos reaparecer en Guerrero a otro de los iconos de esta antigua guardia: el general Mario Arturo Acosta Chaparro.

Publicado en: Milenio Diario