2002 Diciembre 22

Jalcomulco, la catedral del Turismo de Aventura en México

JALCOMULCO. El restaurante de Nachita 2 es un oasis en medio de la exhuberancia. Es uno de esos excesos que solamente una naturaleza tan pródiga como la de esta tierra se puede permitir.

Se trata de una inmensa terraza convertida en restaurante al borde del caudaloso río a donde los turistas acuden para practicar raffting en Jalcomulco, el pueblo que se ha convertido en el principal centro de Turismo de Aventura en México.

Ahí, sentado a una mesa de metal, hay dos motivos fundamentales para disfrutar el lugar sin sentir cómo pasa el tiempo: las picaditas, las tostadas de camarón y las acamayas, todo con cervezas frías, así como la vista del río que de pronto aparece brotante de la montaña, que pasa frente a los ojos y se prolonga hasta donde la mirada ya no alcanza a ver.

Cuando el visitante se deslumbra con el fulgor del sol al atardecer que patina sobre el río alebrestado, empieza a entender por qué este pequeño poblado de Veracruz, el estado más largo del país, se ha convertido en una de las catedrales del Turismo de Aventura, a donde no sólo acuden paisanos, sino también extranjeros.

Las cifras hablan claramente de los alcances que Jalcomulco ha logrado en la llamada industria sin chimeneas: existen más de 11 empresas establecidas que, en conjunto, significan ya una inversión superior a los dos y medio millones de dólares, mismas que generan alrededor de 150 empleos en la localidad y que llegan a atender hasta 650 turistas en un fin de semana.

La oferta es para todos los gustos: desde el hotel confortable que maneja Ecco Sport, hasta campamentos de lujo con baños de la empresa Río y Montaña.

El atractivo principal es el descenso de río –cuya mejor temporada va de mayo a septiembre--, pero también hay otras actividades no menos interesantes: recorrido por un cementerio totonaca, caminatas para observar pájaros, como águilas y oropéndolas, que tienen la particularidad de construir sus nidos colgantes como si fueran condominios, mucho más elaborados que los de la chilera.

A esto hay que añadir que, de igual manera, se pueden practicar otro tipo de deportes extremos como bicicleta de montaña, tirolesa –deslizarse por una cuerda encima de los árboles--, rappel, cabalgatas y clínicas de kayak. Aunque en descargo, para finalizar el día de una manera reparadora después de una jornada de mucho ejercicio y esfuerzo, también cuentan con masajes y baños de temazcal.

Sin duda, Jalcomulco, a menos de una hora de Xalapa, es un lugar para bañarse en sudor y adrenalina. Su fama ha corrido prácticamente de boca en boca, a tal grado que 80% de sus visitantes son extranjeros, principalmente de Canadá, Francia, Italia y Estados Unidos.

Sin embargo, no están de más algunas recomendaciones: de las empresas que ahí laboran las más reconocidas por la calidad y seriedad de sus servicios son México Verde, Río y Montaña, Ecco Sport, Veraventuras y Expediciones Tropicales, esta última más enfocada al turismo foráneo.

Otro consejo es que hay que tener presente que, cuando el río llega a estar muy alto como consecuencia de las fuertes lluvias, por seguridad es posible que se cancelen las travesías de raffting. Por esta razón es importante que verifique en el contrato de servicios las políticas de devoluciones de cada empresa. Prácticamente ninguna regresa dinero en efectivo, pero le ofrecen la alternativa de compensarlo con algunas otras actividades de las ya enlistadas.

Por último, para decidirse a elegir una de estas compañías, no está de más considerar algunas medidas de seguridad que deben tener, como que cuenten con guías registrados, todos los elementos de primeros auxilios, conocimiento de reanimación cardiaca y pulmonar, equipo de rescate en agua y un buen equipo de radiocomunicación.

Por lo demás, si no le importa regresar a casa con uno que otro raspón, pero pleno de enfrentar los retos de la naturaleza, anímese a pasar por lo menos un fin de semana en este rincón de México.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta