SALA DE PRENSA
EL PRESIDENTE CALDERÓN EN LA CELEBRACIÓN DEL DÍA MUNDIAL DEL TURISMO
2010-09-27 | Discurso
Ciudad de México.
Qué tal, muy buenas tardes, amigas y amigos.
Señor licenciado Ney González Sánchez, Gobernador del Estado de Nayarit y Presidente de la Comisión de Turismo de la Conferencia Nacional de Gobernadores.
Licenciado Félix González Canto, Gobernador del Estado de Quintana Roo. Bienvenido.
Licenciado Miguel Alejandro Alfonso Reyes, Gobernador del Estado de Zacatecas. Bienvenido, también. Es nuestro primer evento que tenemos juntos, así que mucha suerte en estos seis años que tiene usted de Gobierno por delante.
Diputado Carlos Manuel Joaquín González, Presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Diputados.
Senador Luis Coppola, Presidente de la Comisión de Turismo de la Cámara de Senadores.
Estimado contador Mario Sánchez Ruiz, Presidente del Consejo Coordinador Empresarial y representante de los organismos empresariales.
Muy estimados Fher y Alex, vocalista y baterista del Grupo Maná.
Muy distinguidos integrantes del presídium.
Muy estimadas y muy estimados Secretarias y Secretarios de Turismo de los estados, aquí presentes.
Señoras y señores empresarios integrantes del sector turístico de México
Amigas y amigos:
Hay varias cosas muy importantes que decir en un día como hoy. Hoy estamos reunidos porque es, efectivamente, el Día Internacional del Turismo. Pero antes de referirme al tema, quiero referirme, también, al día de hoy, porque especialmente en la historia nacional es un día importante.
En un 27 de septiembre, sólo que de 1821, hace 189 años, en un día como hoy entró el Ejército Trigarante a la Ciudad de México y con eso se consumaba la Independencia.
Las tropas de ese ejército, el primero mexicano, lo integradas, ya de manera combinada, unida, de Insurgentes y quienes fueron realistas y que asumieron la causa de la Independencia entonces, bajo el mando de Guerrero y de Iturbide, entraron en esa tarde, o ese día, a la Ciudad de México, y con eso se consumó, un día como hoy, la lucha de Independencia de México. Es un gran día.
Yo suelo decir que es de las fechas, no sé si sean muchas o pocas, no quiero calificarlas, pero en fin, es de las fechas en que los mexicanos nos hemos puesto de acuerdo y salieron las cosas bien.
Desde aquél entonces, los mexicanos hemos trabajado, unos más, otros menos, por construir nuestro México, un México que es un México de libertades, un México que es un México democrático; un México que está integrado por millones de historias personales, de gente que se levanta todos los días, muy temprano, muchos antes del amanecer, para sacar adelante a su familia, a sacer adelante con ello también al país.
Es un México que tiene también una economía que está en crecimiento, que es sólida. Un México que está luchando y logrando también cada día más oportunidades para más gente en lo social.
En fin. Un México que gracias al esfuerzo y a la tenacidad de los mexicanos es, y así debe de ser, un México cada vez más fuerte.
En este marco, en un día tan especial, además nos hemos reunido para celebrar el Día Mundial del Turismo. Y es un buen momento también para hacer una reflexión, en general y en la vida del país; pero en lo particular, en materia de turismo, sobre lo que somos y lo que tenemos también para ofrecerle al mundo.
Y a mí me alegra mucho lo que ha dicho, tanto la Secretaria de Turismo, como Mario, pero especialmente lo que dijo Fher, hace un rato, Fernando, el vocalista de Maná, porque yo coincido con él. Hay muchísimas cosas de las cuales sentirnos orgullosos.
Tenemos problemas, por supuesto. Tenemos dificultades, pero tenemos también grandes cosas y, sobre todo, tenemos un gran país; un envidiable país, diría yo.
Somos, vale la pena hacer el recuento, a veces se nos olvida o a veces se nos diluye, se nos pierde en la carga tan abrumadora de pesares y de preocupaciones que tenemos los mexicanos, pero a final de cuentas tenemos un país excepcionalmente bello. Un país que es heredero, somos nosotros herederos de grandes civilizaciones, como la Olmeca, que es una civilización originaria; decía yo, civilizaciones originarias son aquellas que no le aprendieron nada a ninguna otra, tuvieron que hacerse por su propia fuerza y por su propio esfuerzo.
La civilización romana no es, por ejemplo, una civilización originaria, le aprendió mucho a la griega, que tampoco es una civilización originaria, por cierto, le aprendió muchísimo a la egipcia. Los egipcios son una civilización originaria. Bueno, los Olmecas en nuestro país son una civilización originaria; son una civilización que nació aquí, y muchas otras, también de Mesoamérica y de América le aprendieron a esa, las toltecas y las teotihuacanas, y las zapotecas y los chichimecas, y los mexicas, y los purépechas. En fin.
De todos ellos somos herederos de una riquísima pluralidad cultural, étnica, lingüística, que está presente, por ejemplo, en más de 50 lenguas vivas en México, en grandes joyas arqueológicas que maravillan a quien las visita: Chichén Itzá, Palenque, Tajín, Bonampak, Tzintzuntzan. En fin.
Es una maravilla, por ejemplo, seguir contemplando hoy, en pleno Siglo XXI, la precisión geométrica de los astrólogos de la antigüedad. Sigue siendo una maravilla, pensada hace cientos y cientos de años, contemplar cómo baja la Serpiente de Kukulkán en los equinoccios en Chichén Itzá. Sigue siendo una maravilla ver cómo entra el sol o la luna con precisión en las estrechas ventanas de una construcción piramidal, como las de Tulúm. Sigue siendo una maravilla el ver a nuestro México, que empezó a vivir, ciertamente no hace 200 años, sino hace miles, literalmente, miles de años.
Qué más tenemos como mexicanos. También, tenemos una diversidad cultural inigualable en el mundo. En México conviven múltiples costumbres, colores, atuendos, sabores, experiencias, acentos, que tienen expresiones que corresponden a muchos pueblos.
El inventario de lo que somos no se puede compendiar siquiera en el inventario de vestimentas de nuestras gentes, de nuestros pueblos indígenas, de sus mujeres; no se puede describir ni en los olores, ni en los sabores de nuestras comidas, ni tampoco en los sonidos de nuestra música, desde la música precolombina hasta la música contemporánea de Maná y de otros grupos mexicanos, de artistas que son famosos en todo el mundo.
Lo que tiene México es realmente excepcional. No digo que otros pueblos no lo tengan, pero qué duda cabe, amigas y amigos, tenemos más, muchísimo más que el recuento mayor que se puede hacer de los problemas o adversidades que a veces nos abruman.
Contamos además con una enorme riqueza natural. En México existen, quizá la cuarta biodiversidad más importante y más grande del mundo; las especies animales o vegetales han encontrado, si se me permite la expresión metafórica, en nuestro país, un lugar dónde vivir, que no han encontrado en cientos de naciones en otras partes del mundo.
Nuestra tierra tiene un clima verdaderamente maravilloso, como es el de esta tarde de septiembre. Es un país donde los mexicanos a fuerza de ver días luminosos casi todos los días, quizá no apreciamos como en otras culturas, de nevadas y de días estrechos de invierno, lo que es precisamente la maravilla de nuestro México.
En fin, amigos. Yo lo que quiero refrendar en este Día Internacional del Turismo, es que son muchos, verdaderamente muchísimos los motivos que tenemos, no sólo para ser orgullosamente mexicanos, sino también para compartir con el mundo nuestra enorme riqueza natural, cultural, histórica y geográfica. Y por esa razón, coincido que el potencial de México, turístico, está aún muy lejos de haber sido utilizado y explotado a cabalidad.
Y no sólo eso. Aún con lo que tenemos y con lo que hemos hecho, el turismo ya da de comer a millones y millones de gentes en México. Ésta es una de las actividades económicas más importantes en nuestro país, una industria que ha crecido y debe crecer mucho más. Que ha padecido, sí; que ha tenido adversidades, pero que se ha levantado de esas adversidades. Una enorme, que tuvimos, y hace muy poco, fue, precisamente, la pandemia, así calificada por la Organización Mundial de la Salud, la pandemia de la influenza el año pasado, el A/H1N1.
Y, sin embargo, gracias a que nunca desistimos los mexicanos, gracias al esfuerzo de los turisteros y de los taxistas, y de los hoteleros, y de los guías, en fin, de todos; gracias a que pusimos en marcha un movimiento como fue Vive México, empeñado en hablar de nuestro país en todo el mundo; gracias al apoyo de personalidades del medio artístico, cultural y deportivo, finalmente recibimos a más de 21 millones de turistas internacionales.
Esos turistas dejaron a México 11 mil 200 millones de dólares y consolidaron a México como el décimo país más visitado en el mundo. Aún en momentos difíciles, México ratificó su gran atractivo para el turismo mundial.
Pero lo más importante, amigas y amigos, es que con Vive México y con el esfuerzo de todos, con el trabajo que muchos realizan, como esta agradable sorpresa de tener hoy a Maná con nosotros, lo mucho que trabajan por México, a mí me consta, ver, como en todos sus conciertos, yo no sé, no puedo decir sin excepción, porque no he ido a todos; pero en todos, finalmente, rematan, terminan hablando de México y hablando con orgullo, y hablando bien de México.
Gracias al esfuerzo de todos ellos, mucho del turismo, el turismo se está recuperando, sí, no a la velocidad que necesitamos y a la que podemos recuperarnos, pero nos estamos recuperando, y es importante fortalecer el paso, hacer nuevamente las cosas que hemos hecho bien, y corregir las cosas que no hemos hecho bien.
Hay algunos datos importantes que ya citó la Secretaria, pero que me voy a permitir, también, refrendar. Entre enero y julio entraron al país más de 13 millones 300 mil turistas, y la captación se incrementó un 11 por ciento.
Algo importante es, que a juzgar por las cifras que hemos tenido, no sólo hemos salido del bache en el que estábamos en el 2009 por la crisis económica y la crisis de la influenza, sino que incluso ya hemos superado al 2008, que había sido el punto más alto que había alcanzado el turismo en el país.
Durante este verano, la derrama económica fue de casi 13 mil millones de pesos, que fue, desde luego, 12 por ciento superior a la del año pasado, lo cual es lógico, pero incluso ya fue superior a la derrama del año 2008, lo cual es bueno para todos.
Hemos construido una industria muy sólida a partir del turismo de cruceros. Hoy, México es el primer receptor de turistas de cruceros en todo el mundo, con una derrama económica que alcanza los 600 millones de dólares en 13 estados de nuestra República.
Esta es una fuente de empleo, además, para millones de personas, decía yo. El turismo genera alrededor de 2.5 millones de empleos directos y probablemente por lo menos otros cinco, estoy seguro, de que más millones de empleos de manera indirecta.
Hay otros datos además, que me acaba de pasar la Secretaria de Turismo en este momento, porque también seguramente se los acaban de pasar, pero a riesgo de desmenuzarlos con, eso es lo cierto, está fresquecita, y todavía está caliente la información, pero a riesgo de desmenuzarlos con mucho mayor cuidado.
Déjenme decirles. Por ejemplo, la llegada de turistas por vía aérea, por nacionalidades. De Canadá, por ejemplo, el turismo respecto del año pasado se aumentó 25 por ciento; perdón, respecto del año antepasado, 25 por ciento por encima de 2008; y respecto de 2009, aumentó 107 por ciento; la llegada de turistas de España, aumentó 84 por ciento respecto de 2009.
Hace poquito en una reunión que tuvimos ahí en Los Pinos con el sector turistero o turístico o de turismo, en fin, con ustedes, anuncié una serie de medidas que el país se tardó mucho en tomar, por ejemplo, el quitar la Visa de algunos países o el facilitar la emisión de Visa a través de las agencias turísticas en otros.
Uno de ellos, por ejemplo, fue Brasil. De Brasil, el turismo actual respecto, 2010, respecto de 2009, aumentó 167 por ciento, y respecto a 2008, 53 por ciento. Algo parecido, por ejemplo, a Perú, que aumentó 109 por ciento respecto del 2009 y 92 por ciento respecto de 2008.
El turismo de Japón aumentó 98 por ciento respecto del año pasado, y el turismo de Colombia 87 por ciento. Es decir, sí estamos observando en algunos nichos y de algunos destinos, y asociado a algunas medidas que hemos tomado, un repunte de la actividad turística. Sí necesitamos hacer mucho más y sí necesitamos, por supuesto, trabajar mucho mejor, pero hoy, finalmente, hoy estamos viendo el fruto del esfuerzo de todos ustedes.
Qué hemos hecho y qué debemos de hacer, y me parece que es la reflexión importante para este día.
Qué hemos hecho.
Primero. Sabemos que el tema más fuerte que pesa en el turismo es el tema de la seguridad. Y lo que hemos hecho y tenemos que seguir haciendo, es trabajar, perseverar y enfatizar hasta, sin descanso, hasta haber recuperado plenamente, no sólo la seguridad, sino la sensación de seguridad en nuestro México.
Ver recuperada la seguridad de nuestras ciudades, de nuestras calles, de nuestras regiones, lo cual es medular y requiere constancia y perseverancia. En eso, créanmelo, los mexicanos y el Gobierno seguiremos trabajando muy, muy fuerte, hasta que no sólo nuestros visitantes estén seguros, sino, desde luego, fundamentalmente nuestra gente y nuestros niños, todos, tengamos más certeza para vivir, para convivir, para estudiar, para trabajar, para invertir.
En segundo lugar. Estamos apoyando más al turismo a través de los presupuestos. Por ejemplo, dos detalles. Uno, en cuanto a proyectos. Se han apoyado 230 proyectos de infraestructura turística, con especial atención en Pueblos Mágicos, esto es un presupuesto de mil 600 millones de pesos, que es 23 por ciento más que el año pasado.
Muy vinculado con ello. En tercer lugar. El presupuesto mismo, el que presenté hace poco a la Cámara de Diputados, tiene una cifra estimada de cuatro mil 165 millones de pesos, que es casi 250 por ciento más que el presupuesto que tenía Turismo en el año 2006.
En cuarto lugar. Estamos invirtiendo como nunca en infraestructura carretera y de transporte. Particularmente en carreteras, estamos haciendo dos cosas: mantener las carreteras Federales, que son las que a nosotros nos tocan, ya nos tocan, ojalá pudiéramos hacerlo en todas, pero a las Federales estamos dándole una cifra de mantenimiento que es el triple del promedio de lo que se daba habitualmente.
Y construyendo otras más, algunas estratégicas a sitios turísticos, como es la nueva Carretera Oaxaca-Huatulco, o abriendo otros espacios de turismo, como es la Carretera Torreón-Durango, hasta Mazatlán, que abrirá, desde luego, nuevas vertientes allá.
Hay también infraestructura no sólo en carreteras, sino en puertos; por ejemplo, estamos haciendo nuevos muelles de cruceros en Puerto Vallarta, en Guaymas, en Manzanillo, en Mazatlán.
Se hizo ya un nuevo Aeropuerto en Mar de Cortés; se construyó una nueva pista de aterrizaje en Cancún, que permite que sea uno de los pocos aeropuertos en Latinoamérica que haga operaciones simultáneas.
Se está en el proceso de construir otro aeropuerto en la Riviera Maya.
En quinto lugar. Lo que dijo la Secretaria, se lanzaron las Rutas de México, 10 formidables rutas que describen a nuestro país, no sólo en sol y playa, sino en las maravillas que tiene, lo mismo de una gruta, que en una pirámide, que en una zona tequilera, o en una zona agavera, y que en una zona boscosa, en una zona desértica.
Rutas que van desde la cultura del vino, hasta la Cuna de la Historia, o los sabores del mole, digamos, donde abran, precisamente, la puerta a las más distintas preferencias para quienes quieren conocer un México que va más allá del sol y playa.
En sexto lugar. Es lo que yo decía. Los cambios que hemos hecho en materia migratoria y de Visas. Como estamos liberando el requisito de Visa para quien ya tiene Visa, por ejemplo, expedida en Estados Unidos; o bien, estamos permitiendo que las agencias de viajes certifiquen y otorguen, ayuden a otorgar la Visa a nuestros visitantes.
El flujo de turistas de varios países, que eran nuestro objetivo, insisto, como Brasil, se ha más que duplicado en menos de un año.
También debo mencionar algo de lo que comentaba don Mario Sánchez Ruiz, que efectivamente hay varias cosas que corregir. Aunque también hemos avanzado en ello. En tema de tarifas eléctricas, por ejemplo, y tarifas de punta, de enero de 2009 para acá las hemos bajado en 44 por ciento, que además hemos establecido una figura de contratos de largo plazo, de compra de electricidad y de gas, que por primera vez en México permiten evitar los flujos estacionarios en el costo de combustible para empresas e industrias, incluyendo industria turística.
Hay mucho que hacer, lo sé, pero lo seguiremos haciendo. En fin. A esto hay que sumar, desde luego, lo que ustedes están haciendo. Y la verdad, los inversionistas turísticos siguen apostándole, y qué bueno, le siguen apostando a México; hoteles nuevos, nuevos desarrollos.
Este propio año, 2010, entre enero y junio hay casi mil 800 millones de dólares de inversión en este sector, que es 28 por ciento más que el año pasado. Y en fin, amigas y amigos, hay datos muy importantes para todos.
Pero yo lo que quisiera enfatizar, y con eso termino, es, algo que falta por hacer, es promover muchísimo más a México.
Por una parte, estamos trabajando fuerte en el Gobierno Federal, no sólo turismo sino Secretaría de Relaciones Exteriores, Economía, PROMÉXICO, para articular una campaña de relaciones públicas, de imagen, de Internet, sin precedentes, que verdaderamente enfrente, corrija, precise la imagen de México en el exterior, que es una imagen que ha sufrido muchísimo.
Y segundo. Verdaderamente ponga en perspectiva la grandeza de nuestro país.
No se trata, amigas y amigos, de ocultar nuestros problemas, pero que tampoco se trate de ocultar las muchas cosas buenas que tiene México.
No se trata de evadir nuestra realidad y nuestra problemática, sino se trata de enfatizar lo que es cierto, que la estamos enfrentando y que, además, México es muchísimo más grande que esos problemas, y no sólo es un lugar común el que les digo.
Esta la verdad. Tenemos mucho, mucho de que estar orgullosos. Y tenemos mucho, mucho que ofrecer, mucho más que otros países, y mucho más que otras regiones del mundo, con todos los problemas y dificultades que, por cierto, como muchos otros, tenemos.
Hagamos un poco lo que hacen nuestros amigos artistas de Maná y de otros grupos, que es ser embajadores de México. Convirtámonos todos en promotores de México. Hagámonos todos promotores de nuestro país. Seamos todos capaces de hacer de nuestro México el objeto de nuestras mejores memorias, de nuestros mejores relatos, de nuestros mejores esfuerzos.
Nuestro México, nuestro querido México, no sólo va a salir, ha salido adelante a pesar de sus grandes adversidades. Esa es una gran lección de nuestra historia, que también tenemos que aprender.
Los problemas que hoy tenemos no se parecen ni remotamente a los problemas que ha enfrentado nuestro país en su gran historia. Y, finalmente, los mexicanos de entonces los superaron, y con creces.
Nosotros, que tenemos más herramientas, más conocimientos y más experiencia, entre otras cosas la historia misma, estamos mucho más obligados y posibilitados a superar esos problemas.
Convirtámonos todos en Embajadores de México. Convirtámonos todos en promotores de México. Hagamos del turismo lo que está llamado a ser: una fuente de ingreso, de empleo y de desarrollo y, además, una expresión de orgullo y de alegría de lo mucho, mucho que tenemos.
No se trata, insisto, de ocultar nuestra problemática, pero sí se trata, y ese debe ser el objeto de nuestro esfuerzo, de mostrarnos a nosotros mismos, primero, y al mundo, lo mucho que vale nuestro país, lo mucho que tiene que ofrecer, lo mucho que tiene para nosotros y para todo el mundo.
Este es nuestro México en un año tan grande, en un año tan significativo, como es el Bicentenario de la Independencia y el Centenario de la Revolución. Hagamos nosotros mismos lo que está haciendo mucha gente.
Yo, como Presidente de la República, estaba atento, por ejemplo, al desarrollo de las Fiestas Patrias y a las festividades del Bicentenario en este 15 y 16 de septiembre, con las naturales atenciones y preocupaciones que un Presidente puede tener en este contexto.
Pero si algo me di cuenta, es que más allá de nuestros problemas y más allá de nuestros esfuerzos para celebrar a nuestro querido México, la gente, la gente en la calle, la gente en las plazas, más allá de nuestras preocupaciones y más allá de nuestros prejuicios, y más allá de nuestros miedos, la gente se apropió e hizo suya la alegría de ser mexicano.
Y si lo hizo un modesto campesino; si lo hizo el tripulante de un microbús, y si lo hizo su hija pequeñita de primaria; y si lo hizo un trabajador; y si lo hizo un mexicano común, sin nombre rimbombante y sin títulos, y sin liderazgos, Y SIN grandes capitales, y si lo hizo por millones y millones de ojos y de manos y de almas, a nosotros, amigas y amigos, a nosotros nos toca hacer lo que esa gente hizo.
Apropiarnos de la alegría y del orgullo de ser mexicano y cantarlo, a voz en cuello, en nuestro México, y en todo el mundo.
Muchas gracias.
