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escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 20 de mayo de 2007

Ciudad Abierta

2007 Mayo 20

Los empresarios feudales


El presidente de la Comisión Federal de Competencia, Eduardo Pérez Mota, afirma que los grandes empresarios tienen una visión feudal de México. Así, tan tajante, se los dijo esta semana en entrevista a Isabel Melchor y Luis Miguel González de Milenio Diario.

Muchos de los empresarios turísticos no están muy alejados de esta realidad. Como son los dueños del dinero, creen que pueden hacer y deshacer, violar leyes, destruir la naturaleza. Y lo creen, porque lo han hecho durante décadas, sin que ninguna autoridad los frene.

Su eterno argumento y amenaza siempre ha sido el mismo: si nos ponen obstáculos, nos llevamos nuestro dinero a otro lado. Y les ha funcionado. Pero no se les puede decir nada porque se ofenden.

Son empresarios que invierten, pero rara vez arriesgan. Por lo general, ponen su dinero donde la apuesta es segura.

Por eso la inversión extranjera comienza a superar a la nacional. Por eso los dólares estadounidenses y los euros españoles inundan al país. Por eso Iván Vela, director en México de la inmobiliaria hispana Fadesa, afirma que parte del problema es que el desarrollo está concentrado en unos cuantos destinos. En España, 80% de sus litorales se aprovechan turísticamente, en tanto que en México apenas se llega a 7%, dice. Claro que aquí hay mucho más costa que allá, pero es un asunto de visión empresarial.

Ahí está el caso de Cancún, donde el gobierno tuvo que construir la ciudad y después los hoteles para impulsar la que llegaría a ser una de las mayores historias de éxito. Pero sólo entonces fue que decidieron comprar con facilidades esos hoteles.

Cuando el huracán Gilberto se llevó la mitad de las playas de Cancún, tuvieron más de tres lustros para reconstruirlas, pero no se hizo porque les tocaba poner una tercera parte de los fondos. Luego llegó Wilma y aplaudieron a rabiar al presidente Vicente Fox cuando les dijo que el gobierno federal pagaría la recuperación de playas. No pusieron ni un centavo.

En los cinco Centros Integralmente Planeados: Cancún, Ixtapa, Los Cabos, Loreto y Huatulco, la ecuación es muy simple: Fonatur paga los servicios públicos al municipio y los empresarios hacen dinero con sus negocios, los cuales no tendrían tanto éxito si el Fondo no pagara esos servicios ni mantuviera bien cortados los prados y limpias las calles.

Pero hoy que el nuevo director de Fonatur anuncia que saldrá de Cancún, Los Cabos e Ixtapa, los empresarios protestan porque ahora les tocará a ellos pagar una parte de esos servicios que el gobierno les subsidia.

En marzo, Miguel Gómez Mont, director de Fonatur, me dijo que en México la costumbre de muchos empresarios ha sido comprar terrenos baratos y sobornar a la autoridad para destruir impunemente el medio ambiente. Y rápidamente muchos se pusieron el saco y rasgaron sus vestiduras, exigiéndole una disculpa al funcionario, que sólo dijo la verdad. Los ejemplos de estos excesos están por todo el país, lo mismo en el norte que en centro y el sur, en las playas y las ciudades. El punto es que les molesta topar con una política turística que se niega a seguir siendo connivente, por decir lo menos, con esas prácticas depredadoras.

Tiempos de cambio

Pero la historia es vieja y tiene muchas aristas. En gran parte, el futuro de México depende de la industria turística y hay mucho qué hacer para enfrentar con éxito este reto, comenzando con una reestructuración de la Secretaría de Turismo.

El propio responsable de esta dependencia, Rodolfo Elizondo, comenta que el origen del problema es que nunca nadie, ni presidentes ni secretarios, tomaron en serio a la Sectur. Ni siquiera Fox, quien lo llevó a ese cargo, donde fue ratificado por el presidente Felipe Calderón. “A Fox nunca le importó el turismo”, afirma.

Elizondo añade que la Sectur siempre fue una secretaría de paso, a donde llegaban los amigos del presidente en turno para que tuvieran una chamba en lo que saltaban a otra posición política. Por eso ningún secretario se metió a fondo a resolver los problemas o a trabajar pensando en el largo plazo. Entonces recuerda la excepción de Antonio Enríquez Savignac, quien duró un sexenio completo. Y él va tras ese récord, sólo pide que lo dejen trabajar.

Quiere empezar por ordenar la secretaría y da dos datos que ilustran la situación: 60% de su personal pertenece a Los Ángeles Verdes y 80% de los empleados no gana más de cuatro mil pesos mensuales. ¿Cómo enfrentar entonces todos los problemas a resolver con poca gente y, además, mal pagada?

En esta tarea no puede ir solo. Necesita del apoyo de los empresarios, pero éstos se encuentran muy ocupados defendiendo sus intereses, divididos y peleándose entre ellos. Existen tres agrupaciones encabezadas por Gordon Viberg, Miguel Torruco y Luis Mahbub, que mantienen grandes diferencias personales entre sí, cada uno con sus propios afanes, cada cual defendiendo su feudo, a pesar de que, a final de cuentas, comparten una agenda común de pendientes gremiales a resolver. No obstante, está lejos la probabilidad de que se unifiquen formando una sólida organización de la iniciativa privada turística.

El turismo carga hoy con la responsabilidad de ser la base de la economía nacional cuando se acabe el petróleo, lo que puede suceder en menos de una década. Pero muchos empresarios parecen no entenderlo. El gobierno debe hacer su parte, y ellos también. Tienen que jalar para el mismo lado. Ante este desafío se requiere de emprendedores, como los hay, con visión para hacer grandes empresas, y no de comerciantes persiguiendo sólo dinero.

“Son tiempos de cambio. Hay que transformar las cosas. Hay que cambiar la mentalidad y la estructura de los empresarios. Para eso me quedé y no tengo ya tiempo qué perder”, resume Elizondo.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta

Modificado el ( jueves, 12 de junio de 2008 )
 
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