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Holbox, una isla de fantasía PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
sábado, 22 de mayo de 2010

Holbox,

una isla de fantasía

Convertida en el destino emergente de Quintana Roo, este sitio concentra toda la belleza que se puede esperar de un rincón del Caribe Mexicano

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HOLBOX. Agosto 13 de 2010. Holbox es una isla netamente caribeña: pequeña, playas de talco, aguas tranquilas, tan claras, que a ratos casi transforman en blanco su turquesa, donde reposan diversos tipos de aves, incluyendo flamencos rosados.

Pero lo mejor aún es ese ambiente de isla, donde el tiempo no usa reloj ni tiene prisa, donde los grandes eventos de cada día son el alba y el ocaso, donde la gente vive con un humor y un ritmo desconocidos para cualquier citadino.

 

Holbox, una isla de fantasía

Convertida en el destino emergente de Quintana Roo, este sitio concentra toda la belleza que se puede esperar de un rincón del Caribe, con el confort de una infraestructura turística ecológica

HOLBOX, Quintana Roo. Pocas veces se puede comenzar una crónica con una afirmación contundente y este es uno de esos casos: Holbox es uno de los lugares más bellos del mundo.

Holbox es una isla netamente caribeña: pequeña, playas de arena de talco, aguas tranquilas, tan claras, que a ratos casi transforman en blanco su turquesa, donde reposan diversos tipos de aves, incluyendo flamencos rosados.

Pero lo mejor aún es ese ambiente de isla, donde el tiempo no usa reloj ni tiene prisa, donde los grandes eventos de cada día son el alba y el ocaso, donde la gente vive con un humor y un ritmo desconocidos para cualquier citadino.

Una mañana a las 6:40 horas partí de Cancún con destino al pueblo de Chiquilá, punto obligado para llegar a Holbox. Menos de dos horas después arribamos a ese diminuto poblado de Quintana Roo. Es una localidad de pescadores en el municipio de Lázaro Cárdenas, donde por las mañanas puede soplar un viento fresco. En su muelle descansan las lanchas y sobre ellas reposan decenas de pelícanos mientras a baja altura sobrevuelan gaviotas, todos en paciente espera de que lleguen los hombres con su pesca del día, para ver si les pueden robar una pieza o, por lo menos, desayunarse los restos de los pescados que a veces ahí mismo desollan.

A las 9:30 abordamos una lancha techada, con capacidad para nueve personas, en dirección a Holbox y veinte minutos después anclamos en el muelle de la isla. Ahí cambiamos de lancha. Subimos a un yate que nos mostrará los mejores lugares en los alrededores de la isla, antes de penetrar en ésta.

Navegamos veinte minutos sobre un mar de inverosímil azul pálido, hasta llegar a la Isla Morena, que es mejor conocida como la Isla de los Pájaros. Es una minúscula Área Natural Protegida de apenas 500 metros cuadrados, que cabe toda en los ojos con sólo un vistazo. Para protección de las aves no se permite caminar sobre el islote, por lo que en su orilla construyeron un mirador desde donde se puede admirar a las ibis blancas, fragatas, garcetas blancas y rojas, cormoranes, pelícanos, espátulas, garzas y flamencos rosa que la habitan. En total, a lo largo del año 140 especies de aves llegan a este puñado de tierra rodeado de aguas transparentes y mansas.

Después de admirar por un largo rato la feliz vida de estos pájaros y comprobar la hermosura del paisaje, regresamos al yate para tomar un refrigerio de bocados regionales: empanadas de cazón o mantarraya con cebolla morada y salsa de tomate. Nada mal.

A las 11:20, con un sol que ya aprieta, continuamos nuestro camino hacia el parque ecológico Yalahau, donde lo mejor es caminar un breve trecho entre manglares para llegar a un ojo de agua donde te puedes refrescar nadando un rato. En este lugar, donde desde tiempos ancestrales se divertían los mayas, ni siquiera hay botes de basura, para crear conciencia entre los visitantes de que aquí no se debe dejar ningún tipo de desecho.

Finalmente, a las 13:00 zarpamos para lo que puede ser la joya de la corona de Holbox: la Isla de la Pasión, a donde llegamos en quince minutos.

Este es otro islote todo de arena blanca, frente a Holbox, donde la belleza y privacidad invitan a la intimidad. De hecho, en broma los lancheros le llaman isla “condón”. Sus orillas no tienen olas, lo que lo convierte en una especie de isla en medio de una inmensa alberca azul pastel en la que te puedes adentrar caminando sin que el agua llegue más arriba de tus rodillas. Ahí también puedes ver grupos de garzas, ibis o flamencos que tranquilamente posan para la foto. Bien se puede pasar ahí toda una mañana y pedir que el lanchero que te lleve te recoja unas horas después.

Después de disfrutar de este lugar insospechado durante una hora, regresamos a Holbox, a donde prácticamente podríamos ir caminando.

La isla

Comparada con Isla Mujeres o Cozumel, Holbox es una isla muy pequeña, con sólo 41 kilómetros de largo por dos de ancho. Históricamente, nunca había sido un destino que las autoridades estatales promovieran turísticamente, pero su belleza es tan grande, que algún día tenía que suceder que el mundo se enterara de su existencia. Hoy es el principal destino emergente de Quintana Roo.

Ante la creciente ola de turistas que cada vez llegan más a la isla, sus empresarios están empeñados en no ceder a las tentaciones económicas del turismo masivo y luchan por conservar el estado natural del lugar, que es su atractivo más importante.

Lo primero que llama la atención al llegar es que en Holbox las calles son de arena, no existen calles de asfalto ni sus habitantes quieren cemento. No hay automóviles y los locales se transportan en bicicleta, carritos de golf o, cuando mucho, en pequeños jeeps los más pudientes.

Sus luminosas playas no son como las de cualquier otro destino de playa, donde la arena luce lisa y plana. No, aquí se observan los restos vegetales que arroja el mar en la costa, lo cual le da un aspecto más primitivo y natural, además de que se puede hacer algo sencillo que en otros lados resulta ya casi imposible: caminar por las orillas recogiendo conchitas.

Su infraestructura turística se limita a hoteles pequeños con pocas habitaciones y sin grandes edificios. A pesar de no ser una isla grande, menos de su 15% está desarrollado turísticamente.

Saben que su crecimiento es inevitable, pero hay un sentimiento muy fuerte entre sus habitantes y empresarios para que su desarrollo se dé de manera ordenada y sin que se les salga de control. Quieren crecer con hoteles que tengan un máximo de 40 cuartos, con las playas como están actualmente y con un gran sentido de conservación ecológica.

Pero tampoco hay que creer que por tener únicamente hoteles pequeños su oferta hotelera es mala. Por el contrario, cuenta con varios hoteles que son verdaderas muestras de que no son necesarios los grandes edificios ni las marcas famosas como sinónimo de eficiencia y confort.

Tiene varios hoteles boutique, conformados por villas o cabañas, cuyos precios, inclusive, no resultan tan baratos.

Cada vez más el mundo está poniendo los ojos en Holbox, este paraíso escondido de dos mil habitantes que se ha convertido en una isla cosmopolita por la cantidad de extranjeros, muchos de ellos europeos, que una vez que llegaron aquí para pasar unas vacaciones impulsados por la recomendación de algún amigo, descubrieron que este es el paraíso en la tierra y decidieron quedarse a vivir aquí.  

Cómo llegar

Holbox se encuentra al norte de Quintana Roo, en la parte más alta de la Península de Yucatán. Se puede llegar a ella principalmente desde Mérida, capital del estado de Yucatán; o Cancún. Pero, sin importar el punto de partida, obligadamente hay que llegar al pueblo de Chiquilá, donde se toma una lancha o el ferry, que en veinte minutos te pondrá en la isla. El aeropuerto más cercano es el de Cancún, que se localiza a 150 kilómetros. Por tierra, el tiempo estimado entre Cancún y Chiquilá es de una hora con 45 minutos.

*También hay la opción de tomar una avioneta de cuatro plazas desde Cancún, cuyo costo es de 500 dólares viaje sencillo.

Miniagenda

*De abril a octubre, en la laguna de agua salobre que rodea al parque Yalahau, se observan cardúmenes y delfines que nadan alrededor de la isla.

*Uno de los principales atractivos de Holbox inicia en junio, cuando llega a sus aguas el tiburón ballena, una enorme especie inofensiva junto a la cual es posible nadar. Hay agencias que organizan viajes con este objetivo.

Más información: www.Holboxcollection.com.mx

Dónde hospedarse

*Uno de los mejores hoteles de Holbox es Las Nubes. Cuenta con bicicletas, mayordomo, cocina gourmet e Internet inalámbrico. Con toda intencionalidad, en las habitaciones no hay teléfono ni televisión. Con un cargo extra te proporcionan un carro de golf para que te traslades por la isla.

Más información: www.lasnubesdeholbox.com

Qué comer

*Holbox es famoso por sus langostas. Las puedes comer de diferentes maneras, pero no te pierdas la pizza de este crustáceo.

*Varios hoteles cuentan con restaurantes de comida sofisticada. Por la noche puedes ir al centro a tomar un trago. Hay dos o tres bares animados.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta

Modificado el ( lunes, 20 de septiembre de 2010 )
 
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