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Un Park Hyatt en la Ciudad de México PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 06 de mayo de 2007

Ciudad Abierta

2007 Mayo 6

Un Park Hyatt en el DF


Mientras el objetivo de algunas cadenas hoteleras es crecer lo más rápido posible, multiplicando como hongos sus propiedades, sin importarles que en los laberintos del gigantismo corporativo se diluyan los controles de calidad del servicio que prestan, existen otras que se toman su tiempo, a veces demasiado, para decidir dónde crecer; pero, cuando lo hacen, tienen la certeza de que eligieron la opción correcta, en el tiempo indicado, y con la seguridad de que sostendrán el nivel de servicio que las caracteriza.

Este último es el caso de Hyatt que, por fin, anunció que tendrá un hotel en la Ciudad de México, donde carece de presencia. Pero si esta noticia es buena para la hotelería de la capital del país, mejor lo es el hecho de que esta empresa, que aquí dirige Walter Bekar Velarde, no llegará con alguno de sus productos menores, sino con su marca de lujo: Park Hyatt.

La política que esta empresa ha seguido en México resulta, por decirlo de alguna manera, conservadora. Y es que contando con 735 propiedades en 44 países, en las que suman 136 mil habitaciones, en nuestro territorio sólo cuentan con cinco hoteles en cuatro plazas, tres en destinos vacacionales: Cancún y Acapulco, y dos en ciudades de negocios: Villahermosa y Mérida.

En cada uno de estos sitios tiene un Hyatt Regency, su tercera marca en importancia, más el Hyatt Cancún Caribe Resort, la cuarta marca en su escala de productos. En total, conjuntan mil 729 cuartos, lo que equivale apenas a 1.2% de su inventario mundial.

El Park Hyatt, que se ubicará sobre la avenida Reforma, justo enfrente de la glorieta de la Palmera, contará con 150 habitaciones.

El Hyatt Regency de Acapulco, propiedad de la familia Saba, mantiene su categoría y destaca por mucho frente al resto de los hoteles de la Costera Miguel Alemán, la mayoría viejos y con poco mantenimiento. Durante años, este hotel ha sido el rey de ese lado del destino, ya que los de mayor categoría se localizan a partir de la Carretera Escénica, donde se encuentran Las Brisas, de Antonio Cosío; Camino Real, de Olegario Vázquez Raña; y más adelante, por Punta Diamante, el Quinta Real, de José Antonio Alonso Espinosa; y los Fairmont.

Los de Cancún resultaron muy afectados por el huracán Wilma, en octubre de 2005, pero ya están funcionando de nuevo. Este desastre le costó 50 millones de dólares a los propietarios, más lo que dejaron de ingresar por todo el tiempo que permanecieron cerradas ambas propiedades, ya que el Hyatt Cancún Caribe Resort debió recibir una inversión de cinco millones de dólares para rehabilitarlo y abrirlo de nuevo a principios de julio pasado, junto con dos torres nuevas que le agregaron 65 suites.

Por su parte, el Hyatt Regency, que prácticamente fue destruido luego de 24 años de existencia, necesitó de una inversión de 45 millones de dólares, lo mismo que costará construir el Park Hyatt del Distrito Federal. Después de cerrar 17 meses, fue reinaugurado el 14 de abril. Ante lo que es hoy la renovada propiedad, Eduardo Cruz del Río, gerente general del hotel, afirma que de los daños de Wilma, algo malo, hicieron algo bueno.

Y es que no solamente lo reconstruyeron sino que, a pesar de que no le cambiaron la marca, sí el concepto. Ahora el Hyatt Regency Cancún es un hotel de “estilo de vida”, el concepto inventado por los hoteles W, que ahora está de moda.

Meses antes de que Wilma irrumpiera en este destino del Caribe mexicano, Grupo Posadas, de Gastón Azcárraga, sacudió la plaza al lanzar Aqua, bajo esta idea de estilo de vida, y rápidamente se convirtió en el hotel de moda, a pesar de sus altas tarifas. Por desgracia, fue uno de los más afectados por el huracán y, hasta el momento, sigue cerrado.

El Meliá Turquesa, de Gabriel Escarrer, también fue muy dañado por el meteoro, por lo que al remodelarlo, lo convirtieron en ME Meliá, su nueva marca de estilo de vida. Reabrió en enero pasado.

Así que el Hyatt Regency ahora viene a ser el segundo hotel de Cancún operando bajo este concepto que cada día tiene más demanda. Y para competir fuertemente en él, realizó cambios en sus mandos, por lo que trajo a Cruz del Río y nombró a Verónica Sarmiento Ovalle como nueva directora de Ventas y Mercadotecnia.

A su vez, el Hyatt Regency de Villahermosa durante muchos años fue el principal hotel de la ciudad, sin que nadie le compitiera. Pero, siendo una plaza petrolera, era demasiado grande el pastel para dejárselo a él sólo. O al menos eso pensaron algunos empresarios locales. Por lo que en mayo de 2005, David Gustavo Gutiérrez, el último gobernador que tuvo Quintana Roo antes de ser estado, junto con otros socios abrió un Hilton; en tanto que en junio de 2006, Miguel Cantón Zetina inauguró un Quinta Real, convirtiendo a la capital tabasqueña en una plaza muy peleada en el mercado de los viajeros de negocios.

Finalmente, el Hyatt Regency de Mérida se mantiene como el mejor del sitio, lo cual se vino a confirmar en marzo pasado, cuando el presidente de Estados Unidos, George W. Bush, se hospedó ahí durante una visita oficial a nuestro país.

Expansión en puerta

Pero, al parecer, Hyatt ha vuelto a poner sus ojos en México, donde no sólo abrirá un Park Hyatt a finales del 2009, ya que, según afirma Myles McGourty, vicepresidente para América Latina, este sexto hotel de la cadena en nuestro país marcará el primero de una serie de nuevos desarrollos que en los años por venir están planeando agregar a su portafolios en la república mexicana, tanto en ciudades como en playas.

Todo apunta a que éste será el sexenio del turismo y, por lo que se ve, era lo que los ejecutivos de Hyatt y empresarios mexicanos estaban esperando para decirse a iniciar una expansión en nuestro país que quizá debió darse desde hace varios años.

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Modificado el ( martes, 01 de abril de 2008 )
 
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