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La pachanga del Bicentenario de México PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
sábado, 22 de mayo de 2010

La pachanga del Bicentenario

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Por Gustavo Armenta

MÉXICO, DF. Mayo 26 de 2010. Desde que el entonces presidente Vicente Fox creó hace cuatro años la Comisión encargada de organizar las fiestas del Bicentenario de México, varios son los directores que han pasado por ahí y se han ido.

Hoy, a menos de cuatro meses de que se lleve a cabo la celebración, el trabajo de esta Comisión está convertido en un rosario de confusiones, opacidad, retrasos y poca eficiencia.

Ciudad Abierta

2010 mayo 23

La pachanga del Bicentenario

En 2008, la ciudad de Québec cumplió 400 años de fundada. Y para celebrarlo organizó una fiesta que duró diez meses: desde el primer minuto del Año Nuevo hasta octubre. Fue un verdadero maratón de eventos artísticos y culturales, que llenaron una agenda de 130 actividades oficiales, más otro tanto de organismos independientes que también hicieron lo suyo.

Cumplir cuatro siglos de existencia no es poca cosa, así que sus autoridades en el 2000 crearon la Sociedad de los 400 Años, comité organizador de los festejos y nombraron a Jean Leclerc al frente de este organismo que trabajó durante ocho años para tener una celebración memorable.

Para que Leclerc efectuará su trabajo lo mejor posible, desde el inicio le dotaron con un equipo de 85 colaboradores y un fondo de 85 millones de dólares canadienses, de los cuales los gobiernos federal y estatal pusieron 40 millones cada uno, más cinco millones que aportó la ciudad. Además, entre todos conformaron otra bolsa de 85 millones para mejoras urbanas.

En total, los tres niveles de gobierno canalizaron 170 millones de dólares para una celebración largamente esperada. Y no se trataba de un festejo a nivel de todo Canadá, sino solamente de una de sus ciudades.

Para atestiguar esta gran fiesta que arrancó la noche del 31 de diciembre de 2007, invitaron a 130 periodistas de otros países.

La razón de por qué las autoridades canadienses decidieron invertir tanto dinero en la celebración del cumpleaños de una sola de sus ciudades es muy sencillo: no lo vieron como un gasto, sino como una inversión que tanto en el corto, como en el mediano y largo plazos les iba a resultar redituable. Porque no solamente aprovecharon la ocasión para darle una remozada a la metrópoli, sino que también utilizaron esos fondos y la fiesta misma como una gran campaña de promoción turística.

Y ahí están los resultados: Québec es una de las ciudades más visitadas de Canadá, incluyendo un gran mercado de turistas mexicanos.

Por su parte, como todos sabemos, este año México celebrará los 200 años de su independencia y los primeros cien de su Revolución, para lo cual también formó una Comisión organizadora de las fiestas.

La Comisión la creó el presidente Vicente Fox a mediados de junio de 2006 y al frente de ésta nombró nada menos que a Cuauhtémoc Cárdenas, con lo cual le dio un sesgo político a la encomienda. Por lo tanto, no fue sorpresivo que el líder moral del PRD renunciara al cargo, por razones políticas, en noviembre de ese mismo año. Ya eran los últimos días del sexenio foxista. Cinco meses perdidos.

Llegó Felipe Calderón a la Presidencia de la República y hasta septiembre de 2007 nombró a Rafael Tovar y de Teresa como sustituto de Cárdenas. Otros diez meses perdidos.

Pero, de igual manera que su antecesor, Tovar y de Teresa nada más aguantó trece meses las grillas y dimitió a finales de octubre de 2008. Más tiempo perdido.

Por vía de mientras, Calderón le pasó la bolita a la Secretaría de Gobernación que, a través de una de sus dependencias: el Instituto Nacional de Estudios Históricos de las Revoluciones de México, daría seguimiento al trabajo ya realizado; lo que en la práctica significaba más tiempo perdido.

Total, que se les han pasado los meses y los años y hoy, cuando ya estamos en la víspera de la primera gran fecha: el 15 de septiembre próximo, la Comisión es un embrollo de la que se sabe poco y de la que prácticamente el ciudadano común desconoce qué ha hecho y cómo serán los festejos.

El colmo fue cuando quisieron guardar secrecía sobre la manera en que han manejado los fondos, al grado de que el propio presidente Calderón tuvo que ordenar que informara a quien lo solicitara la manera en que se ha gastado el dinero.

Faltan cuatro meses y el monumento que se construye a un lado de Paseo de la Reforma, donde inicia Chapultepec, acusa un retraso notorio, agravado con la pretensión de sus constructores de mover las famosas rejas de Chapultepec, porque les estorban debido a un error de cálculo. A esta petición, el jefe de Gobierno del Distrito Federal, Marcelo Ebrard, respondió con una negativa.  

Total, que la verdadera pachanga la traen dentro de la Comisión y su trabajo se ha convertido en un rosario de confusiones, opacidad, retrasos y poca eficiencia.

Por fortuna, varias son las entidades, como la Ciudad de México y Guanajuato, por ejemplo, que crearon sus propios comités del Bicentenario, con una agenda local para celebrar las efemérides.

El trabajo desarrollado en este tema por las autoridades tanto de la capital del país, como de Guanajuato, que reclama ser la cuna de la Independencia porque en su pueblo de Dolores se dio el grito de Independencia, ha resultado interesante. Aunque habrá que ver qué dice Querétaro, donde demandan ser reconocidos como la auténtica cuna de la Independencia, debido a que ahí se inició la conspiración.

Pero, sea como sea, no será extraño si en septiembre vemos que lo preparado a nivel estatal o de la Ciudad de México resulta mucho mejor que lo organizado por la Comisión del gobierno federal.

 

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Modificado el ( lunes, 31 de mayo de 2010 )
 
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