El VAC, un facilitador para la visa canadiense

Por Gustavo Armenta

MÉXICO, DF. Mayo 19 de 2010. Días después de que entró en vigor el requerimiento de la visa para los mexicanos, la embajada de Canadá convocó a una licitación que fue ganada por Computer Sciences Corporation (CSC), empresa de consultoría en tecnología que trabaja en diversos países del mundo. Por ejemplo, lleva diez años trabajando para la embajada de Estados Unidos en México.

La encomienda para CSC fue implementar un Centro de Solicitud de Visa Canadiense, mejor conocido como VAC, con el objetivo de hacer más fácil el proceso de obtención de este documento.

Cd. Abierta

Un facilitador para la visa canadiense

El trabajo de promoción que entre 2004 y 2008 realizó la Comisión Canadiense de Turismo (CTC) en México, a cargo de Jorge Morfín, hizo que Canadá se posicionara como el destino favorito para los mexicanos, por encima de Estados Unidos y Europa.

Con este panorama, 2009 se presentaba propicio para seguir la buena racha, a pesar de la crisis económica mundial que ya se sentía. Pero las cosas no salieron así.

Primero, la crisis sanitaria de la influenza A-H1N1 que estalló a finales de abril desaceleró el flujo de viajeros, pero no fue lo peor. El verdadero drama vendría poco después, cuando el gobierno de Canadá nos impuso la visa para entrar a su país a partir del 15 de julio, para tratar de frenar la avalancha de solicitud de refugio político que estaban recibiendo por parte de mexicanos, la mayoría de las cuales resultaban fraudulentas.

Esta nueva disposición causó una enorme molestia, por lo que muchos paisanos que planeaban vacacionar en Canadá cambiaron de opinión. El daño estaba hecho.

El saldo final fue que el año pasado la cantidad de mexicanos que visitó Canadá fue de 80 mil menos que en 2008, lo que provocó que esa nación recibiera 118 millones de dólares canadienses menos de nuestra parte, lo que le significó una caída de 33% en sus ingresos de divisas por mexicanos.

El agujero fue grande y había que trabajar para taparlo en 2010.

El asunto de exigir visa es algo que atañe directamente al gobierno canadiense, a través de su brazo diplomático en nuestro país que es la embajada. En ese renglón, la CTC (por sus siglas en inglés) no tiene vela en el entierro. Su trabajo es el mismo de siempre: promover a Canadá para convencernos de viajar a ésa que sigue siendo una de las naciones más bellas del mundo.

Así que ambas instancias se han abocaron a lo suyo, tratando que, una vez pasada la tormenta, el impacto de las visas sea el menor posible. En consecuencia, este año la CTC incrementó a 2.5 millones de dólares canadienses su presupuesto para promoción, lo que significa 7% más que el año pasado. En tanto que, por su parte, la embajada ha implementado mecanismos para hacer más sencilla y amable la obtención de la visa.

Días después de que entró en vigor el requerimiento de la visa, la embajada convocó a una licitación que fue ganada por Computer Sciences Corporation (CSC), empresa de consultoría en tecnología que trabaja en diversos países del mundo y tiene una nómina de 92 mil empleados. Por ejemplo, lleva diez años trabajando para la embajada de Estados Unidos en México.

La encomienda para CSC fue implementar un Centro de Solicitud de Visa Canadiense, mejor conocido como VAC, con el objetivo de hacer más fácil el proceso de obtención de este documento.

Según explica Luis Orozco, director del VAC, no se trata de un filtro, sino de una empresa privada que ayuda a quienes quieren obtener la visa canadiense. El ejecutivo es muy puntual al señalar que recurrir a sus servicios no es algo obligatorio, sino completamente opcional, ya que tiene un costo. Obviamente, quien no quiera acudir con ellos, puede realizar directamente el trámite en la embajada.

Por ayudar a tramitar la visa, el VAC cobra 19.76 dólares canadienses, pero se paga en moneda nacional, algo así como 243 pesos.

Orozco también es muy específico al aclarar que no dependen de ellos otorgar o no la visa, “solamente estamos para facilitar el trámite”, precisa.

Y, ante la cantidad de documentos que pide la embajada canadiense, la verdad es que varias son las razones que hacen que valga la pena acudir al VAC, ya que solicitante asegura así que cuando su documentación llegue a la sede diplomática para su revisión, ésta estará completa, ya que previamente en el VAC detectan si falta algo.

El VAC trabaja con dos socios comerciales, Scotia Bank y DHL, de la siguiente manera: el aspirante a la visa debe llenar un formulario que puede bajar de la página web de la embajada o en cicmex.com.mx; luego, pagar en ese banco los derechos de la visa canadiense y los 243 pesos del VAC. Entonces, con los documentos, recibos y el formulario, acudir a las oficinas del VAC, ubicadas en Sófocles 127, Polanco. Si lo prefiere, puede pagar los servicios del VAC directamente en sus oficinas, con tarjetas Visa o Master Card.

Ahí lo atenderá una persona del VAC y le dirá si la documentación está completa y en regla. De ser así, esa misma persona se hará cargo del resto: enviará los papeles a la embajada y, en caso de ser aprobada la solicitud, la visa le llegará a su casa en un lapso de cinco días, en tanto que hacer directamente el trámite en la sede diplomática tarde de quince a veinte días. Para que la visa llegue a casa o la oficina del solicitante, hay que dejar pagada una guía de envío de DHL que cuesta cien pesos.

Otra opción más cómoda es que no es necesario acudir físicamente a las oficinas del VAC, ya que todo se les puede enviar por DHL. El paquete debe incluir: documentación requerida, formulario, recibos de pago de visa y servicios del VAC y la guía de envío de regreso.

Este servicio lo tienen también en Monterrey y Guadalajara. Hasta el momento, puntualiza Orozco, 70% de las solicitudes de visa canadiense ya pasan por sus manos.

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