Hay un gran silencio en el sector turístico mexicano

Por Gustavo Armenta

MÉXICO, DF. 2009 septiembre 21. Desde el pasado 8 de septiembre, cuando el presidente Felipe Calderón anunció su propuesta de desaparecer la Secretaría de Turismo, varias voces del sector turístico mexicano, tanto privadas como gubernamentales, tuvieron que hacerse oír para fijar su posición ante tal idea del Ejecutivo.

Sin embargo, por intereses empresariales o políticos, desde entonces ha privado un gran silencio en el sector turístico mexicano. Pocas son las voces, como la de Beatriz Rodríguez Casasnovas, secretaria de Turismo de Oaxaca, que se han atrevido a expresar abiertamente su rechazo a esta acción del Presidente de la República.

2009 Septiembre 20

Cd. Abierta

Hay un gran silencio en el sector turístico

El pasado 8 de septiembre, un par de horas después de que el presidente Felipe Calderón había anunciado su intención de desaparecer la Secretaría de Turismo, me encontré casualmente con la secretaria de Turismo de Oaxaca, Beatriz Rodríguez Casasnovas, quien comía un sándwich en el lobby bar de un hotel de la Ciudad de México, con varios de sus colaboradores.  Estaba muy enojada.

La noticia ya era del dominio público, así que, de entrada, le pregunté: ¿Qué te parece?

Sin dudarlo, me respondió de inmediato: “Es una partida de madre”, retratando el fuerte carácter de esta funcionaria que siempre se ha caracterizado por defender sus ideas y por llamarle a las cosas por su nombre. No obstante, pensé que lo había dicho como un desahogo.

Unas horas antes, por la mañana de ese martes, el secretario de Turismo del Distrito Federal, Alejandro Rojas Díaz Durán, había señalado que convocaría a sus homólogos del interior del país para sostener una reunión el jueves, para hacer frente común en contra de la posible desaparición de Sectur. El rumor se había filtrado a los medios con anticipación y ese día ya sólo se esperaba el anuncio oficial, tal y como sucedió un poco más tarde.

Pero Beatriz Rodríguez actuó de inmediato. En esa mesita donde comía un emparedado había instalado su centro de operaciones para convocar, junto con Sara Latife, secretaria de Turismo de Quintana Roo, a los secretarios de Turismo de los estados, al siguiente día. A través de su palm, la funcionaria oaxaqueña estaba en permanente contacto con la quintanarroense y sus colaboradores le ayudaban a llamar a sus homólogos.

Mientras tanto, platicamos un buen rato sobre el tema, pero casi todo de forma confidencial. Así que, antes despedirme, le pedí que me diera su posición oficial, para publicarla. Por un instante me miró con ojos de “eso ya te lo contesté” y respondió: “Éso, que es una partida de madre”. Así de clara y contundente.

La desunión

Lo que ha venido sucediendo en el mundo del turismo nacional en los siguientes días, sólo ha confirmado lo que siempre se supo: la desunión que predomina en el sector en el ámbito empresarial y la poca cohesión que existe a nivel gubernamental. En el primero, todos anteponen los intereses de sus negocios; y en el segundo imperan los intereses políticos. O, lo que es lo mismo, cada quién jala por su lado.

He platicado con funcionarios, líderes gremiales y dueños de empresas, y la gran mayoría está en contra de la desaparición de Sectur. Sin embargo, lo comentan en corto, pero se abstienen de hacer una declaración pública que vaya en contra de una decisión presidencial. Más bien, están a la expectativa de ver qué sucede, ya que esta propuesta de Calderón aún la tiene que aprobar la Cámara de Diputados.

Muy pocas voces, como la de Beatriz Rodríguez, han tenido la valentía de repetir en público el sentir que manifiestan en privado.

Al siguiente día, el 9 de septiembre, el presidente de la Confederación Nacional Turística, Miguel Torruco, emitió un comunicado fijando la posición de su organización. El documento inicia así: “No son tiempos de lamentaciones, sino de propuestas concretas; ha llegado el momento histórico de lograr un auténtica reingeniería del sector turístico nacional y transformar las instituciones gubernamentales; hay que dar paso al surgimiento de la Secretaría de Economía y Turismo, bajo un concepto moderno, acorde a los tiempos que vivimos.

“La decisión ya está tomada y ahora hay que ver para adelante y pensar en la formación de una súper Secretaría, a través de la cual se siga impulsando esta actividad”.

Publiqué el boletín en mi página web, con el título: “La CNT apoya desaparición de la Secretaría de Turismo” y de inmediato me llamó Torruco para reclamarme el encabezado. “Pues a mí me quedó claro que respaldas la propuesta del presidente”, le dije. Entonces me dio una larga explicación de los tres escenarios posibles que él veía: que los legisladores rechacen la propuesta de Calderón y continúe viva la Sectur; que la Secretaría de Economía no absorba a la de Turismo, sino que se fusionen para crear “la súper secretaría de Economía y Turismo”; o que la Sectur se convierta en un simple subsecretaría de la de Economía. “Esto sería fatal y representaría un retroceso para el sector y para México. En este escenario, la CNT manifestaría su rechazo”, expresaría Torruco en un siguiente comunicado que emitió para paliar su posición que muchos habían tomado como de respaldo al presidente.

Pero, bueno o malo que haya sido, la realidad es que, de los tres organismos privados que hay en el sector turístico, hasta el momento la CNT es el único que ha dicho algo. Los otros dos: el Consejo Nacional Empresarial Turístico, a cargo de Ernesto Coppel, y la Concanaco Servytur, que encabeza Mario Sánchez Ruiz, siguen sin expresarse oficialmente al respecto.

Además, hoy más que nunca se hace patente la falta de una asociación de Secretarios de Turismo, que nunca ha llegado a concretarse; en tanto que la Asociación Nacional de Oficinas de Convenciones, también se ha mantenido en silencio.

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