¿Entregará Calderón a la oposición la Secretaría de Turismo?

MÉXICO, DF. Agosto 17 de 2009. Desde que era candidato, Felipe Calderón consideró a la Secretaría de Turismo como una de las carteras factibles de entregar a la oposición para establecer alianzas que le permitieran gobernar en caso de no tener el control del Congreso.

Esta situación se le presenta drásticamente al Primer Mandatario con la nueva Cámara de Diputados que entrará en funciones dentro de unos días, debido a que el PRI arrasó en las elecciones al partido del gobierno.

Habría que ver si el PRI aceptaría poner algunos de sus hombres en el Gabinete de Calderón, pero la necesidad de formar un gobierno de coalición hoy más que nunca la enfrenta el Presidente.  

2009 Agosto 17

Ciudad Abierta

¿Calderón entregará Sectur al PRI?

El 30 de julio reciente, Rodolfo Elizondo se convirtió en el político que más tiempo ha durado al frente de la Secretaría de Turismo, al cumplir seis años y un día en el cargo. A partir de entonces, se desataron las especulaciones sobre su posible salida, por aquello de que en México los ciclos son sexenales.

Sin embargo, no es un caso único. Por ejemplo, Mario Moya Palencia también permaneció más de seis años en la Secretaría de Gobernación. Aunque seguramente el récord mayor le pertenece a Antonio Ortiz Mena, quien fue secretario de Hacienda durante dos sexenios.

Varios son los factores por los que, a estas alturas de la administración de Felipe Calderón, el secretario Elizondo se pudiera ir y otras tantas hay para que se quede. Una situación similar ya la vivió hace tres años, cuando terminó el gobierno de Vicente Fox. Pero los astros se alinearon a su favor y repitió en el cargo.

Hoy, al igual que en aquellos días, en la industria turística los empresarios se inclinan más por el lado de la continuidad. Uno de ellos es Jorge Apaez, quien dirige en México a InterContinental Hotels Group. Al consultarle al respecto, señaló que la falta de continuidad de los planes a mediano y largo plazos es uno de los problemas de México, por lo que piensa que sería positiva la permanencia de Elizondo en la Secretaría de Turismo.

Por su parte, Miguel Torruco, presidente de la Confederación Nacional Turística, hace unos días envió a la comunidad turística una carta en la que afirma que “Sería conveniente para la industria del turismo nacional que no se rompa la continuidad hasta ahora alcanzada, y Rodolfo Elizondo siga liderando el sector: la situación por la que atraviesa la actividad turística, derivada de la tremenda crisis económica nacional, la secuela de la epidemia de la influenza, la pérdida de playas en Cancún, la imagen de inseguridad que prevalece de México en el exterior, la falta de reglamentación a la nueva Ley General de Turismo, la problemática de la industria aérea nacional, son sólo una probadita de los retos que tendría que sortear un nuevo titular en la Sectur”.

El factor político

Sin embargo, habría que recordar algo. A finales del sexenio de Fox prevalecía también esta idea de la continuidad en Sectur. Durante la campaña electoral le pregunté al entonces candidato Felipe Calderón si, en caso de llegar a presidente, dejaría a Elizondo en el cargo.

Su respuesta fue un tanto críptica, pero entendible: “Tengo una idea muy clara de que el gobierno debe reorganizarse estructuralmente en la administración pública. No quiero anticiparla ahora, pero tengo una propuesta que voy a presentar en su momento. Por lo mismo, afirmo que la idea de designar responsables de gobierno tiene que ver con la idea que se tenga del gobierno que se va a encabezar; y, segundo, que la integración del Gabinete es la decisión más importante de un presidente al arrancar su administración. Yo la quiero tomar con absoluta calma, con objetividad, a la luz de los problemas nacionales y en función también del poder que yo tenga en el Congreso, porque voy a ser un presidente con mayoría, la gane en las urnas o la construya mediante un gobierno de coalición. Y para que haya gobierno de coalición es usual en muchas democracias del mundo que se negocia la integración del gobierno. Entonces, no le podría contestar”.

Lo que significaba que Calderón sabía que, en caso de ganar las elecciones, necesitaría tener mayoría en el Congreso para sacar adelante las reformas estructurales que su antecesor no pudo, precisamente porque la oposición no se lo permitió. Así que el candidato panista estaba dispuesto a entregar a la oposición algunas carteras de su gabinete, a cambio de alianzas en la Cámara Baja.

De los 500 diputados que integran la Cámara, el PAN ganó 206, pero Calderón, ya electo Presidente, se encontró con que ya sólo le quedaban diez años de petróleo y que su principal opción para sacar adelante al país era precisamente el turismo. Lo cual fue una de las razones para ratificar a Elizondo en esa cartera.

Pero acaban de pasar las elecciones intermedias y al PAN le fue en feria, apabullado por el PRI que, en alianza con el Partido Verde, tendrá mayoría en la Cámara de Diputados en la próxima legislatura que está por comenzar.

Y aquí se repite la historia y surgen las pregunta: ¿en la precaria situación legislativa que quedó Calderón, seguirá pensando que debe dar a la oposición algunas posiciones en su gabinete para poder seguir gobernando y ya no solamente nadar de a muertito durante la segunda mitad de su mandato, igual que como lo hizo Fox?

Porque está más que visto que la mayoría que forzosamente requiere en el legislativo no la ganó en las urnas. Ante este panorama, no le queda otro camino que el que él mismo planteó hace tres años: construir una mayoría en el Congreso mediante un gobierno de coalición.

De ser así, y en caso de que el PRI aceptara –porque el PRD no le sirve para nada--, ¿la Secretaría de Turismo sería una posición a entregar o Elizondo ya se volvió imprescindible? Ya veremos.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta