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Quinta Real y sus planes de expansión PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
sábado, 30 de septiembre de 2006

Ciudad Abierta

2006 septiembre 30

Quinta Real y sus planes de expansión

Quien se haya hospedado alguna vez en un hotel Quinta Real, se preguntará por qué esta cadena mexicana no tiene propiedades en cada una de las ciudades importantes del país. Vamos, ni siquiera está presente en la Ciudad de México.

Además de que se trata de hoteles de tarifas altas, con un servicio que combina las categorías de Gran Turismo con Boutique, ya que no suele contar con muchas habitaciones, su sello característico es la mexicaneidad de su decoración, de acuerdo al sitio donde se ubique, y un servicio de lujo.

Quinta Real goza de un gran prestigio y, sin embargo, apenas opera ocho hoteles, de los cuales solamente dos se encuentran en destinos de playa. Pero, por ejemplo, el de Zacatecas, cuyo gerente es Carlos Fernández Camarillo, es un icono del destino por la belleza de su arquitectura, ya que fue construido alrededor de una ancestral plaza de toros –dicen que fue la primera que hubo en México— cuyo redondel le sirve como un enorme patio central; o los cuartos del de Aguascalientes, dirigido por Gloria Liceaga, que son para recordar, además de su excelente restaurante.

La razón de ser una cadena tan pequeña, con apenas 699 habitaciones en total, es que su actual dueño, José Antonio Alonso Espinosa, cuando la compró en el año 2000 se encontró con un desorden administrativo que le llevó años resolver.

Para empezar existían cuatro accionistas: el fundador Francisco Martínez –que inició con el de Guadalajara--, el banco de inversión Goldman Sachs, Autrey y Ancira, y los arquitectos Elías, cada cual con 25% de las acciones, y cada uno de los hoteles prácticamente era una compañía aparte, pues además individualmente tenían diferentes socios. Todo esto creó un caos organizacional que provocaba disputas continuas. Dejaron de manejar algunos hoteles, como el de San Miguel de Allende, Puerto Vallarta y Guatemala, aunque este último sigue usando el nombre porque le concedieron una licencia de marca.

Ante esta situación, los primeros cuatro años Alonso Espinosa los dedicó a reordenar la empresa y, aunque todavía no puede decir que está totalmente en orden, ya prácticamente está lista para pensar en el futuro.

Creó el Grupo Quinta Real y los siguientes dos años los destinaron a planear el crecimiento que apenas ahora está comenzando, pero ya con la posibilidad de hacerlo de una manera sana, orientada y programada. Su primer paso fue la apertura del Quinta Real Villahermosa en junio pasado, propiedad de un empresario local, y recientemente su Consejo de Administración autorizó iniciar proyectos en el Distrito Federal y la Riviera Maya o Cancún, aunque lo más probable es que lo hagan cerca de Playa del Carmen, en el desarrollo Maya Cobá.

La diversificación

Pero no solamente crecerán en el negocio hotelero, sino que piensan diversificarse e incursionar en otros renglones de la industria, como los desarrollo inmobiliarios.

Federico Roth, director de Operaciones de la compañía, comenta que tienen ya un ensayo de propiedad fraccional en Huatulco, que está funcionando muy bien, donde han estado vendiendo en cien mil dólares inmuebles de dos recámaras y en 125 mil dólares los de tres recámaras por un mes de posesión al año. Es decir, cada unidad la venden doce veces y esta es la gran diferencia con el Tiempo Compartido tradicional.

Por eso es que en Quintana Roo, donde arrancarán el proyecto el próximo año, edificarán un hotel de alrededor de cien habitaciones, pero también harán un desarrollo residencial de 120 condominios, donde participarán como inversionistas, junto con algunos otros socios.

Para la Ciudad de México están negociando la compra de un lote en Polanco, el cual tiene el inconveniente de que sería en un edificio, lo que no empata con el concepto de inmuebles de Quinta Real, por lo que también están viendo la adquisición de una casa en San Ángel, para hacerla más al estilo de la empresa.

Aquí también tendrían que hacer un desarrollo inmobiliario, “para que reditúe”, dice Roth. Su idea es un hotel de 80 habitaciones y 50 unidades residenciales. En el largo plazo, su objetivo es llegar a tres propiedades en la capital del país, por lo que pusieron los ojos también en Santa Fe, con inversiones promedio de 250 mil dólares por habitación hotelera y de dos mil dólares por metro cuadrado en el caso de los condominios.

También han pensado en destinos como Los Cabos; San Miguel de Allende, de donde salieron porque los propietarios vendieron el inmueble y prefirieron pagarle a Quinta Real la cláusula de penalización; Morelia, Puebla, Mérida, Campeche y León, pero eso será más adelante. Igualmente han recibido ofrecimientos para construir hoteles en el norte del país, en Tijuana, Tampico, Mexicali y Ciudad Juárez, pero los directivos de la empresa saben bien que no cualquier plaza tiene mercado para su clase de hoteles.

Precisamente por esta razón están a punto de lanzar una submarca hotelera en la que sólo participarán como operadores: “Haciendas y Villas Quinta Real”, cuyos inmuebles, a diferencia de todas sus demás propiedades, no fueron construidos para ser un Quinta Real.

El primero estará en San Antonio El Puente, cerca de Cuernavaca, Morelos, el cual comenzará a funcionar en noviembre. De lunes a viernes serán más baratos, pero los fines de semana tendrán una tarifa similar a la de un Quinta Real.

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Modificado el ( lunes, 22 de octubre de 2007 )
 
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