Ciudad Abierta

2006 Julio 9

Qué le espera al turismo de México

Escribo este texto en las primeras horas del miércoles cinco de julio, cuando la ventaja del candidato presidencial del PAN, Felipe Calderón, sobre el del PRD, Andrés Manuel López Obrador, pasó del frágil 1.04 puntos al exiguo 0.64 puntos que, no obstante, pueden ser suficientes para llevarse el triunfo.

Pero en este momento aún no se sabe qué pasará. Aunque espero que para el domingo, cuando esta columna se publique, ya haya un ganador.

Había programado utilizar el espacio de este día para exponer las propuestas que habría hecho durante la campaña electoral el candidato vencedor, pero como al menos en este momento no está definido, reproduciré los principales puntos de los aspirantes punteros.

La realidad es que, aunque lo llegaron a mencionar durante estos meses de lucha electoral, fueron muy tímidas las veces que abordaron el tema de la industria turística, lo cual no deja de ser paradójico.

Porque, por un lado, los dos reconocieron su importancia para la economía del país, pero no ahondaron en el asunto ni fueron reiterativos. En alguna entrevista, Calderón, quien se auto nombró “candidato del empleo”, aseguró que en esta materia el turismo es fundamental; en tanto que López Obrador llegó a señalar que esta industria sería uno de los ejes de su política económica.

Pero siempre que hablaron del turismo fue porque se les preguntó, nunca lo tomaron como bandera ni lo hicieron parte de sus discursos y promesas. Pareciera que los detenía un prejuicio, como si hablar de turismo fuera abordar un tema superfluo y frívolo, como si fuera un mal necesario, como si pudiera quitarles votos hacer énfasis en el tópico, porque en la percepción colectiva del electorado permanece la idea de que el turismo es una actividad exclusiva de los ricos. Y no es así, es un renglón en el que, de alguna manera u otra, directa o indirectamente, todos tenemos qué ver y a todos nos beneficia.

Pero con todo y estas aparentes ganas de darle la vuelta al bulto, Calderón propuso lo siguiente:

1. Declarar al turismo prioridad en la agenda nacional. Lo cual es una promesa incumplida del presidente Vicente Fox.

2. Utilizar al turismo como una herramienta para la mitigación de la pobreza y el desarrollo de comunidades rurales y costeras.

3. Apoyar a los pequeños proveedores de servicios turísticos para alcanzar acuerdos con las grandes cadenas hoteleras, fomentando una relación complementaria y mutuamente benéfica.

4. Utilizar al turismo nacional como una palanca para el desarrollo del mercado interno.

5. Potenciar el financiamiento a pequeñas y medianas empresas de servicios turísticos.

6. Promover una cultura de protección al viajero. Esto incluye desde la vigilancia estricta de los niveles de contaminación en playas y centros turísticos y difusión de la estadística asociada, hasta la promoción de programas de seguridad policíaca en carreteras, ciudades y pueblos turísticos.

7. Establecer mecanismos que permitan a los potenciales turistas-inversionistas, en marinas o tiempos compartidos, tener certeza jurídica en sus inversiones.

8. Propiciar una acción coordinada de las dependencias federales con los niveles estatal y municipal de gobierno. 

Por su parte, López Obrador propuso:

1. Canalizar más recursos crediticios al sector, tanto de la banca de desarrollo como de la comercial.

2. Aumentar la inversión pública en infraestructura para el sector.

3. Incrementar la inversión en promoción turística en el extranjero.

4. Mejorar la regulación y supervisión de sectores vinculados al turismo, como transporte aéreo, taxis, renta de autos, etc.

5. Impulsar desde el Estado la diversificación de los centros turísticos.

6. Continuación del proyecto de la escalera náutica del Mar de Cortés, que incluye a los estados de Sonora, Nayarit, Baja California, Baja California Sur y Sinaloa.

7. Creación de un nuevo Centro Integralmente Planeado en el sureste del país, que debe estar orientado al ecoturismo.

8. Fomentar al sector con el propósito de recuperar el mercado perdido en los últimos años e incrementar la cuota de mercado que ya se había alcanzado. 

Estos son sólo algunos de los puntos más importantes que expusieron sobre el tema. Ojalá y hoy ya se tenga el nombre del próximo presidente de México y, con ello, podemos vislumbrar qué le espera al turismo nacional durante los próximos seis años.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta