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Acapulco, inversiones y violencia PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 21 de mayo de 2006

Ciudad Abierta

2006 Mayo 21

Acapulco, inversiones y violencia

El asesinato en plena calle de Acapulco, a principios de 2005, del presidente de la Oficina de Convenciones y Visitantes (OCV), Alejandro Iglesias Aragón, que las autoridades locales calificaron como “un hecho aislado”, sólo fue el preámbulo de una cascada de violencia. Ese año hubo 40 ejecuciones en el puerto, atribuidas a sicarios del crimen organizado.

En los últimos 17 meses, este destino del estado de Guerrero, que gobierna Zeferino Torreblanca, informativamente ha ido más del asesinato de Iglesias Aragón, a la imagen de la cabeza sin cuerpo de un policía decapitado hace unas semanas, con un mensaje escrito y amenazador de narcotraficantes para las autoridades; que por sus bondades como centro turístico, su principal actividad.

Después de haber visto pasar sus mejores épocas como el gran centro turístico de México, y de convertirse en un balneario decadente y deteriorado, esta playa vive hoy un regreso a las grandes inversiones, aunque en realidad éstas no se están dando mayoritariamente en el Acapulco tradicional que conocemos, sino que están llegando fuera de la Bahía de Santa Lucía, en la zona de Punta Diamante, donde ya nació otro Acapulco, el del futuro.

La bonanza de dinero foráneo que está aterrizando aquí ha sido, más que otra cosa, para desarrollos inmobiliarios. La cercanía de Acapulco con el Distrito Federal y zonas como Toluca y Metepec, en el Estado de México, entre otras, han permitido que sus clases pudientes adquieran un bien inmueble en el puerto para tenerlo como segunda residencia vacacional o de fin de semana.

El peligro

Cuando la Secretaría de Turismo federal, a cargo de Rodolfo Elizondo, informó que en 2004 Guerrero había desbancado a Quintana Roo como el principal receptor de inversión turística privada, para todos resultó una sorpresa. Ese año el monto fue de 430 millones de dólares, de los cuales la mayoría se concentró en Acapulco.

El año pasado quedó en segundo lugar, con casi 724 millones de dólares. Es decir, las inversiones crecieron 68% de un año a otro, según la información federal.

Pero, de acuerdo con datos del municipio, que tiene como presidente a Félix Salgado Macedonio, de 1999 a 2002 la inversión recibida fue de sólo 5,357 millones de pesos, en tanto que en el periodo 2003-2004 alcanzó los doce mil millones. Aún más, asegura que el concentrado de inversiones comprometidas o en ejecución en el periodo de 2002 a 2005, asciende a 26,632 millones de pesos.

De toda esta danza de dinero, Acapulco Diamante ha captado en los últimos años mil 765 millones de dólares que han servido para la construcción de conjuntos residenciales, centros comerciales, condominios y hoteles de lujo que todavía no comienzan a operar.

A esto hay que sumarle 166 millones de dólares más, de otros cuatro desarrollos en Acapulco Diamante, que están en proceso: Laguna Condos, con siete torres de condominios y campo de golf; Mayan Lakes y Grand Mayan, ambos propiedad del grupo hotelero Mayan Resorts; y el Fairmont Heritage Place, con 50 villas de lujo ubicadas en el hotel Princess, el cual le pertenece.

Pero también están las inversiones del grupo hotelero de Singapur, Banyan Tree, que construye un hotel de 60 millones de dólares, por supuesto, también en Punta Diamante.

Paralelamente a estas carretadas de divisas frescas, Acapulco lucha por recobrar el glamour perdido y organiza una serie de eventos para atraer a más turistas. Por ejemplo, en abril se realizó el Festival de Cine Internacional Francés; hace unos días fue sede del Acapulco Fashion y en los meses por venir efectuarán el Festival Internacional de Cine de Acapulco, un Torneo Internacional de Golf, con la participación de Lorena Ochoa; y el Acapulco Air Show.

Además, sus autoridades y empresarios consiguieron más vuelos y nuevas rutas hacia el puerto, ya fuera con charters con Northwest Ailines y Suncountry, desde Minneapolis; o con Ryan Internacional, desde Detroit. Así como con operaciones directas partiendo de Denver, Los Ángeles y Nueva York, con las aerolíneas Frontier, America West y Continental, respectivamente; Sunwing, desde Toronto; y Delta, despegando de Nueva York y Atlanta.

Igualmente, las líneas mexicanas han incrementado sus vuelos. Aviacsa enlaza Acapulco con Tijuana, Oaxaca y el DF; Magnicharters, con Monterrey y Guadalajara; además de las de bajo costo, como A Volar, con las rutas desde Hermosillo, Tijuana y Puebla; e Interjet, con tres operaciones diarias desde Toluca.

Por su parte, la OCV, a cargo de Mary Bertha Medina Cortés, cuenta este año con presupuesto de 34 millones de pesos para promoción, el cual por lo menos se duplicará con los programas cooperativos que tienen con socios comerciales privados y con el Consejo de Promoción Turística de México, cuya directora es Magdalena Carral.

El peligro que está latente para Acapulco es que todo este esfuerzo por sacar adelante al destino, así como la animosidad de los empresarios por invertir aquí, se vean frenados por la violencia que ya es noticia internacional, si las autoridades de los tres niveles de gobierno no logran parar la guerra de narcotraficantes que hoy se vive en sus calles.

Milenio Diario. Suplemento TornaVuelta

Modificado el ( miércoles, 12 de diciembre de 2007 )
 
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