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Sol Kerzner, el magante que llegó a México PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
viernes, 06 de junio de 2003

2003 Junio 7

KERZNER, EL MAGNATE QUE LLEGÓ A MÉXICO

El martes de la semana pasada John McCarthy le envió un correo electrónico a Sol Kerzner para felicitarlo por dos razones: porque anunció una ampliación de su ya gigantesco hotel Atlantis, en Bahamas, que significará una inversión de 650 millones de dólares y, segundo, porque el gobierno de ese país acaba de concederle una extensión de la exclusividad para manejar los casinos de la isla por veinte años más.

¿Por qué el director general del Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur) se toma tal molestia? La respuesta es muy sencilla: porque este empresario sudafricano es capaz de invertir en uno de sus hoteles cantidades como ésta que equivale al 43% de la inversión privada que México espera para 2003 en su industria turística.

Y esta no es una cifra que marque el límite de Kerzner como inversionista, ya que en 1996 abrió el centro turístico de apuestas Mohegan Sun, en Connecticut, Estados Unidos, después de negociar un contrato con la tribu Mohegan. A esta propiedad el año pasado le invirtió mil millones de dólares para agrandarla y convertirla en uno de los centros turísticos de entretenimiento y apuestas más grandes de la Unión Americana, con dos casinos, centro comercial, un área cerrada con capacidad para 10 mil personas y un hotel de mil 200 habitaciones.

Pero, no obstante que Kerzner tiene propiedades en varias partes del mundo y a pesar de que ya es abuelo, no conocía México.

Básicamente, el trabajo de McCarthy es conseguir inversionistas y un empresario con la cartera tan grande como Kerzner es alguien que llama la atención de cualquiera que esté en la posición del director general de Fonatur.

John McCarthy había oído hablar de él durante muchos años y decidió ir a su encuentro para convencerlo de que invirtiera en nuestro país. El año pasado voló a Bahamas y un amigo común los presentó.

"Fui a verlo y le dije: 'oye, quiero que conozcas mi país; órale, va, me contestó'", cuenta el funcionario mexicano.

El empresario llegó en su avión en junio y juntos recorrieron todos los destinos de Fonatur: Loreto, Los Cabos, Ixtapa, Cancún y Huatulco.

Evidentemente –agrega McCarthy-- Kerzner tenía un interés muy particular en el tema de los casinos, ya que plantea que a él le va muy bien en Bahamas, por ejemplo, pero que a los bahameños también les ha ido muy bien.

"Además, llegó a México en una época en que se hablaba mucho de los casinos.  Yo había estado ya por años en el sector turístico, tanto en el Consejo Nacional Empresarial Turístico –organismo que dejó de dirigir cuando Vicente Fox lo nombre director de Fonatur-- como en la Asociación Mexicana de Desarrolladores Turísticos, y entiendo un poquito la grilla mexicana, por lo que francamente le dije: 'mira, haz tus planes partiendo de la premisa de que no va a haber casinos y, si vienen, pues ya veremos'".

Y así le hizo. El 11 de septiembre del 2002 compró 50% de las acciones del hotel Palmilla, el más antiguo de Los Cabos, en Baja California Sur, en 38.5 millones de dólares, así como los derechos de la administración de la propiedad a largo plazo.

La otra mitad sigue en manos de GS Emerging Market Real Estate Fund, L. P., que es administrado por Goldman Sachs & Co. y otros accionistas menores.

Palmilla fue construido en 1956 por Abelardo Rodríguez, hijo del expresidente, e incluye un campo de golf de 27 hoyos diseñado por Jack Nicklaus.

Pero no todo para aquí. Una parte del hotel está siendo demolida para efectuar una remodelación, por lo que Kerzner vino a Palmilla a principios de febrero pasado para poner la primera piedra de lo que será el nuevo Palmilla. El rediseño costará 75 millones de dólares.

Es decir, este empresario invertirá en un solo hotel 5% de la inversión total que México espera registrar este año en el sector turístico. Tal cantidad también equivale al 30% de la inversión captada en Los Cabos el año pasado, que fue de 250 millones de dólares, de acuerdo con Adrián Schjetnan, director del Centro Integralmente Planeado Los Cabos

¿Quién es Sol Kerzner?

De aspecto desenfadado, el sudafricano es ya un mítico magnate hotelero y de casinos con propiedades en su país, Isla Mauricio, Dubai, Islas Maldivas, Bahamas y Estados Unidos.

La joya de la corona de la cadena de este hombre es el hotel Atlantis, el cual adquirió en 1994 por 125 millones de dólares para después invertirle 1,100 millones de dólares. Este inmueble cuenta en la actualidad con 2,317 cuartos.

No obstante, así como tiene hoteles de dimensiones inimaginables, también posee hoteles de menor tamaño donde lo esencial es el lujo.

Para agruparlos, recientemente creó la marca One&Only, dentro de la cual estará Palmilla, que fue cerrado totalmente en abril para su remodelación.

"Cuando se reabra en diciembre de este año, Palmilla surgirá como uno de los centros turísticos de lujo más importantes en el mundo", prometió el empresario.

Los 75 millones que destinará a la expansión, servirán para construir 78 habitaciones, doce suites y dos villas en la playa; dos restaurantes nuevos que reemplazarán a los que existían, dos Spas, dos albercas y un área de actividades, entre otros aspectos.

Para manejar el que será su restaurante de lujo, contrató a Charlie Trottet, uno de los chefs más renombrados de Estados Unidos, según afirma el propio Kerzner; en tanto que el diseño estará a cargo de Adam Tihany, quien tiene en su currículum el restaurante Aureole, de Las Vegas, y los Le Cirque de Nueva York y el de la Ciudad de México que se ubica en el hotel Camino Real.

Tanto afán es porque para varios de los hoteleros y funcionarios públicos que conocen esta plaza, no hay duda de que el objetivo de Kerzner es disputarle su exclusiva clientela a Las Ventanas al Paraíso, el hotel que opera Rosewood y maneja Edward T. Steiner.

Las Ventanas, de sólo 61 habitaciones, está calificado por las principales revistas especializadas como el mejor hotel de México, el mejor de América Latina y el Caribe y uno de los diez mejores del mundo.

En él se hospedan millonarios y celebridades de todo el mundo y su fama lo ha convertido en lo que se conoce como un "hotel destino", es decir: su clientela viaja a San José del Cabo no tanto para conocer el lugar, sino para conocer el hotel, de lo cual se jacta Steiner.

Es el hotel que la Presidencia de la República alquiló completo para recibir a Vicente Fox y su comitiva durante la reunión de la APEC del año pasado y cuyos precios van, en temporada alta, de los 575 dólares a los 3,500 dólares diarios, según la habitación.

Cuando se le preguntó a Kerzner si ésa era su intención, advertido por el traductor de que se encontraba presente Carlos Gage, funcionario de Las Ventanas, diplomáticamente respondió: "No estamos aquí para quitarle el negocio a nadie, sino para ampliar el mercado".

No obstante, un ejecutivo de Las Ventanas consultado externó su preocupación por la llegada de Kerzner y su cartera a Los Cabos.

En esa misma conferencia de prensa, el sudafricano dejó en claro su filosofía empresarial: "No peleamos con tarifas, sino con servicio, pero nuestra empresa está acostumbrada a subir el servicio y las tarifas. Tenemos interés en casinos, cuando la ley lo permita. Y en cuanto a la amortización, tendremos paciencia para recuperar la inversión."

Y aunque sostuvo que es prematuro hablar de que invertirá en Loreto o algún otro lugar de México, dejó la puerta abierta al señalar que eso lo decidirá con McCarthy.

Pero en privado le comentó al director de Fonatur que Palmilla es el primero de muchos hoteles.

"Nuestra intención es que Kerzner se sienta cómodo en México. Los Cabos es un gran destino para empezar, pero queremos que luego se nos vaya a la Riviera Maya o a un lugar como Loreto", puntualiza John McCarthy.

Por lo pronto, Kerzner ya está México con Palmilla y en diciembre se verá cómo se da la competencia en Los Cabos por la clientela de alto poder adquisitivo, aunque en Las Ventanas apuestan a que, por lo ambicioso de la remodelación que pretende Kerzner y por lo difícil que es construir en este destino debido a su ubicación geográfica, su reapertura no se dará sino hasta el próximo año. Ya veremos.

Milenio Diario. Sección Negocios

 
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