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Antonio Enríquez Savignac, el constructor de ciudades lúdicas PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
sábado, 07 de junio de 2008

Antonio Enríquez Savignac, el constructor de ciudades lúdicas

CANCÚN. Antonio Enríquez Savignac es el único secretario de Turismo que ha durado seis años en el cargo y su obra, que inició desde años antes, se puede resumir de una manera muy simple: fue un constructor de ciudades lúdicas.

Fueron cinco las ciudades que impulsó y ayudó a edificar, las cuales hoy captan 44% de las divisas que entran a México por concepto de turismo, en estos tiempos en que la industria turística es la segunda que más dinero aporta, después del petróleo, y sobre la cual descansa nuestro futuro en caso de que la producción de crudo siga en picada.

Enríquez Savignac no levantó solo Cancún, Ixtapa, Los Cabos, Loreto y Huatulco, los famosos Centros Integralmente Planeados, lo hizo junto con otros hombres, pero sí fue el que concibió la visionaria idea, a finales de la década de los 60 del siglo pasado, de que el porvenir se encontraba en esta actividad entonces prácticamente inexistente en nuestro país y estigmatizada como frívola.

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2008 Junio 8

Ciudad Abierta

Enríquez Savignac, el constructor de ciudades lúdicas

Hace poco más de un año que murió, ¿y quiénes, sino sus amigos, recuerdan hoy a Antonio Enríquez Savignac?

Uno de sus hijos, Juan Enríquez Cabot, afirma que su padre es un olvidado héroe de México y tiene razón. Sin ningún pudor, podría utilizar todos los adjetivos posibles para describir su obra que está ahí, a la vista de todos, más vigente que nunca, más necesaria que nunca para el presente y futuro de este país.

Pocos han hecho tanto por nuestra nación. Como funcionario público, el tamaño de este hombre es inconmensurable y su legado incuantificable. Su nombre debería estar con letras doradas en la Cámara de Diputados y sus restos deberían descansar en la Rotonda de las Personas Ilustres, pero se fue con discreción y hoy sólo sus amigos se acuerdan de él. La historia y este país tienen una deuda con Don Antonio.

Su obra se puede resumir de una manera muy simple: fue un constructor de ciudades.

Fueron cinco las ciudades que impulsó y ayudó a edificar, las cuales hoy captan 44% de las divisas que entran a México por concepto de turismo, en estos tiempos en que la industria turística es la segunda que más dinero aporta, después del petróleo, y sobre la cual descansa nuestro futuro en caso de que la producción de crudo siga en picada.

Enríquez Savignac no levantó solo Cancún, Ixtapa, Los Cabos, Loreto y Huatulco, los famosos Centros Integralmente Planeados, lo hizo junto con otros hombres, pero sí fue el que concibió la visionaria idea, a finales de la década de los 60 del siglo pasado, de que el porvenir se encontraba en esta actividad entonces prácticamente inexistente en nuestro país y estigmatizada como frívola.

Según cuenta su hijo Juan, en 1967 el subdirector del Banco de México, Ernesto Fernández Hurtado, preocupado por el déficit en la balanza comercial, le pidió a su padre que estudiara qué actividad desarrollar para atraer más dólares al país y generar más empleos. Analizó varias opciones de industrias: automotriz, acerera, agrícola, pero al final su conclusión fue que la respuesta era el turismo. Y así lo planteó, en una época donde la idea parecía descabellada.

Pero Fernández Hurtado le hizo caso, lo cual también tiene un gran mérito, y Banco de México convenció al presidente Gustavo Díaz Ordaz para que así fuera, aunque estaba por dejar el cargo. Vendría Luis Echeverría, quien de inicio quiso parar todo, pero acabó convenciéndose de las bondades del proyecto y lo apoyó. De esta forma nació Cancún, la primera ciudad del mundo concebida de la nada con fines lúdicos, un paraíso inventado en medio de la selva, diría después el periodista Fernando Martí.

En poco tiempo, Cancún se convirtió en una inmensa historia de éxito y a ella le seguirían la construcción de Ixtapa-Zihuatanejo, Los Cabos y Loreto.

Para hacerlas realidad, el gobierno fusionó instituciones y creó el Fondo Nacional de Fomento al Turismo (Fonatur), del cual Enríquez Savignac fue su primer director. La llegada de José López Portillo al poder, a la par del descubrimiento del petróleo en nuestro subsuelo, frenó el desarrollo turístico. Pero su sucesor: Miguel de la Madrid, tuvo el tino de nombrar secretario de Turismo a Don Antonio, quien entonces tuvo la oportunidad de construir su quinta ciudad planificada: Huatulco, además de dignificar una cartera que se había convertido en refugio pasajero de amigos y novias de presidentes.

Enríquez Savignac permaneció durante todo el gobierno y, hasta la fecha, es el único que se ha mantenido seis años en el cargo. El actual, Rodolfo Elizondo, está a punto de cumplir cinco, pero todavía le faltan catorce meses para romper el récord impuesto por Don Antonio.

Dejó la Sectur a finales de 1988 y en 1990 fue nombrado secretario general de la Organización Mundial del Turismo (OMT), a la que renunció en 1996, luego de reinventarla para convertirla en la gran institución que hoy es.

Una biblioteca y una medalla

Prematuramente, a los 64 años de edad, en febrero del año pasado murió Antonio Enríquez Savignac en su casa de la Ciudad de México.

Hace unos días, sus amigos y las autoridades de Quintana Roo decidieron homenajearlo doblemente: primero, el rector de la Universidad del Caribe, Fernando Espinosa de los Reyes, determinó darle el nombre de “Antonio Enríquez Savignac” a su nueva biblioteca, una enorme y moderna instalación que costó 40 millones de pesos, aportados por la Federación y el estado, y que cuenta con un fondo de 17 mil volúmenes.

La ceremonia estuvo encabezada por Elizondo y el gobernador Félix González Canto. Desde Madrid llegó el secretario general de la OMT, Francesco Frangialli, para estar presente en el homenaje a su amigo al que sucedió en el cargo.

Y, segundo, el gobierno del estado instituyó la Medalla al Mérito Turístico “Antonio Enríquez Savignac”, y por la tarde de ese mismo día González Canto la entregó por primera vez precisamente a Ernesto Fernández Hurtado, otro de los hombres al que el turismo nacional le debe estar muy agradecido.

Ojalá y esto sea el principio del reconocimiento que se le debe a Enríquez Savignac y a todos los hombres que le dieron cauce a una de las industrias que hoy mantienen al país.

PIES DE FOTO.

FOTO 1: Fotos de Antonio Enríquez Savignac y de la isla de Cancún en 1970, antes de que se construyera la ciudad. ATM

FOTO 2: Félix González Canto, gobernador de Quintana Roo, impone la medalla al mérito turístico “Antonio Enríquez Savignac”, a Ernesto Fernández Hurtado. ATM

FOTO 3: Ceremonia de inauguración de la biblioteca “Antonio Enríquez Savignac” en la Universidad del Caribe. ATM

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Modificado el ( domingo, 15 de junio de 2008 )
 
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