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Viajar se ha vuelto un suplicio para muchos fumadores PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
martes, 15 de julio de 2003

2003 Julio 15

Viajar se ha vuelto un suplicio para muchos fumadores

Las restricciones aumentan en todo el mundo

Para los viajeros aficionados al tabaco, fumar les está resultado cada vez más difícil: hay restricciones para hacerlo en todos los aeropuertos del mundo, durante los vuelos, en los hoteles, restaurantes, bares, demás recintos cerrados y hasta en la calle.

Estados Unidos es el país que más límites pone a esta práctica, llegando a extremos que, para muchos, raya en la discriminación.

En junio pasado entró en vigor en Nueva York un reglamento local que prohíbe fumar en cualquier lugar cerrado. Ya no es posible consumir cigarrillos en ningún restaurante, bar ni en los lobbies de los hoteles. El único reducto que queda son algunos bares exclusivos para fumadores.

Inclusive, en muchas ciudades de ese país se prohíbe ya fumar en el exterior a una distancia de entre cinco y nueve metros de aeropuertos, oficinas públicas y museos. Pocos son ya, por ejemplo, los aeropuertos donde aún sobrevive un área para fumadores, aunque con sus bemoles, como el de Miami, donde se trata de un cuarto transparente cerrado herméticamente, lo que casi lo convierte en una cámara de gas. Más amable es el de Salt Lake City, en Utah, donde se trata de un espacio con puerta abierta y bien ventilado.

Otra manera en la que las autoridades estadounidenses han buscado desalentar el consumo del tabaco, es a través de los impuestos. En el estado de Florida una cajetilla puede llegar a costar hasta ocho dólares y en Nueva York hasta seis dólares. En Europa cuestan algunas marcas entre cuatro y cinco euros.

Así es que si usted es fumador y va a viajar fuera del país, más vale que se lleve una buena dotación, si es que quiere ahorrarse dinero, ya que en México los cigarros son verdaderamente baratos, en comparación con otras naciones.

Humo de segunda mano

Todo empezó en 1972, cuando el Secretario General de Salud de EEUU mencionó por primera vez el problema del fumador pasivo. A partir de entonces se realizaron numerosas investigaciones, hasta que a finales de 1997 la Environmental Protection Agency del estado de California confirmó la relación del tabaquismo pasivo con enfermedades como cáncer pulmonar, respiratorias, retraso en el crecimiento fetal, síndrome de muerte súbita en recién nacidos e inducción de asma en los niños.

La Organización Mundial de la Salud (OMS) se ha empeñado en crear conciencia entre los fumadores del daño que se causan y del que provocan a las personas que no fuman, sobre todo a aquellos que no pueden defenderse o salir del espacio donde conviven, tales como niños y ancianos.

Según la OMS, el humo del cigarro daña a todo aquel que lo inhala, ya que contiene una combinación de más de 4,000 químicos en forma de partículas y gases, a la cual se le conoce como “humo de segunda mano”. Quienes lo inhalan pueden llegar a padecer las mismas enfermedades que los fumadores activos.

La mortalidad por enfermedades del corazón, el cáncer nasal y el de pulmón está asociada con la exposición al humo de segunda mano.

Los investigadores calculan que para el año 2030, el tabaquismo será la principal causa de muerte en el mundo, por lo que se hace indispensable establecer una política encaminada a la prevención del inicio del consumo de cigarros entre niños y adolescentes.

Cuando un adicto deja de fumar, el síndrome de abstinencia puede presentarse a través de dolores de cabeza, sentimientos de ansiedad, sudoración y mal humor, entre otros, para lo cual existen diversas Terapias de Reemplazo, en presentaciones de chicles, inhaladores bucales y parches, los cuales se pueden comprar sin receta médica en cualquier farmacia o tienda de autoservicio del país.

Revista 7Cambio

Modificado el ( domingo, 06 de enero de 2008 )
 
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