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¿Cuánto vale uno de los mejores hoteleros del mundo? PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
sábado, 15 de marzo de 2003

2003 marzo 15

¿Cuánto vale uno de los mejores hoteleros del mundo?

Edward T. Steiner renunció a Las Ventanas al Paraíso para irse a dirigir el hotel Palmilla

¿Cuánto vale uno de los mejores hoteleros del mundo? ¿15 mil dólares al mes? ¿20 mil? ¿25 mil dólares?

La tasa la acaba de establecer Edward T. Steiner, quien en abril pasado dejó de ser director general de Las Ventanas al Paraíso, para irse a dirigir Palmilla, al aceptar la oferta que le hizo el nuevo dueño de éste que es el hotel más antiguo de Los Cabos, Baja California Sur.

La mitad de las acciones de Palmilla las compró el año pasado Sol Kerzner, nativo de Sudáfrica y propietario de grandes hoteles y casinos en diversas partes del mundo. Actualmente, este inmueble se encuentra cerrado, ya que será remodelado, redecorado y ampliado.

Las habitaciones nuevas que aquí están construyendo, tendrán un costo promedio de un millón de dólares. "Serán fantásticas", aseguró Kerzner.

Desde que se hizo pública esta compra, se encendieron los focos rojos en Las Ventanas al Paraíso. Era evidente que el sudafricano tenía como objetivo pelearles la clientela y desbancarlos como el número uno de la plaza, lo cual no es poca cosa, ya que este hotel está clasificado entre los diez mejores del mundo, con tarifas que sobrepasan los mil dólares diarios en promedio.

Uno de los puntos clave de Las Ventanas para llegar a la posición que ocupa en el ranking mundial, es que invierte sumas importantes en la capacitación de su personal, lo cual se traduce en un servicio pocas veces visto, con una disciplina casi marcial.

Por esta razón el primer aspecto que preocupó a los ejecutivos de Las Ventanas, fue que con la promesa de mayores sueldos, Kerzner trataría de seducir a sus empleados de todos los niveles.

Incluso imaginaron que el sudafricano empezaría por descabezarlos, llevándose al propio Steiner para competirles con una cuña del mismo palo.

En un lugar como Los Cabos, donde se vive con la lógica de una isla, ya que es más fácil llegar por mar que por tierra, "y donde el desempleo es prácticamente inexistente", según un documento de la Dirección General de Información y Análisis de la Secretaría de Turismo (Sectur), siempre será más fácil "piratearse" personal capacitado de la misma plaza, que traerlos de fuera.

¿Quién es Edward Steiner?

En un salón privado del restaurante Le Cirque, en la Ciudad de México, el pasado jueves 3 de abril Edward T. Steiner departía sonriente con sus invitados. Estaba celebrando.

Tres semanas atrás había viajado a Berlín para recibir en el hotel Adlon el premio que lo encumbraba oficialmente como "Uno de los mejores hoteleros del mundo en 2003", el cual otorga la Academia Estadounidense de Ciencias de la Hospitalidad.

En la sobremesa habló largamente sobre lo que había logrado hacer de Las Ventanas al Paraíso, al cual dirigía desde su inauguración en 1997: uno de los mejores hoteles del mundo, caro, exclusivo, sofisticado, con una ocupación promedio anual superior a 91%, en tanto que, según comentó, el resto de los hoteles de Los Cabos mantiene un nivel de 60 por ciento.

Triunfador, no se dio el lujo de la modestia. Aseguró que el éxito de Las Ventanas reside en el hotel mismo y no en el destino en que se encuentra. Poco mérito le concedió a San José del Cabo y sus paisajes, a la belleza que resulta de la conjugación del mar y el desierto. Las Ventanas podría estar en cualquier otro lado del mundo y tendría el mismo éxito, aseguró sin ninguna duda.

Fue más allá. Afirmó tajantemente: "A nivel de operación y de satisfacción del cliente, nosotros somos el mejor hotel mundo".

Y añadió: "Yo he estado en los que dicen que son mejores que nosotros y he visto sus defectos y me he llevado muchas sorpresas. Los demás están copiando nuestra fórmula: buen Spa, gran restaurante, inmejorable servicio..."

Surgió el tema de la competencia que le significaría el hotel Palmilla estando ya en manos de un empresario como Kerzner y simplemente comentó: "Palmilla intentará 'piratearse' personal de Las Ventanas al Paraíso".

Y así fue: trece días después, Butch Kerzner, hijo del magnate sudafricano y presidente de "Kerzner International Limited", anunció a través de un comunicado que había contratado a Edward T. Steiner. Fue nombrado director de Palmilla y vice presidente regional en México para la nueva operación de la compañía en Los Cabos.

Chileno de nacimiento, alemán de ascendencia e ingeniero de formación, Edward T. Steiner hace 21 años dejó de ejercer su profesión para dedicarse a la hotelería.

La rama de Alimentos y Bebidas fue su primera especialización en la industria, al trabajar como director regional en esta área, manejando en el Caribe cuatro hoteles de Carnival Hotels & Casinos.

Posteriormente trabajaría en el hotel Grand Bay, en Coconut Grove, Florida, donde alcanzó el puesto de subgerente general. Antes de llegar a México, fue gerente general del hotel Watergate, en Washington D.C.

En 2002 fue nombrado "Hotelero del Año", por la Asociación de Hoteles de Los Cabos.

Reacciones en Las Ventanas

Las Ventanas al Paraíso pertenece a Javier Burillo Azcárraga y Carlos Gage es su hombre en el hotel y otros negocios que tiene aglutinados en la empresa Paraíso Los Cabos.

Cauteloso, Gage accede a comentar el asunto después de pedir autorización. "Me imagino que a Steiner le hicieron una propuesta económica fuerte, para que haya aceptado irse", expresa.

Pero también cree que en Steiner influyó el hecho de que, días antes, James F. Brown renunció a la Presidencia y Dirección General de Rosewood Hotels & Resorts, empresa que opera Las Ventanas, con el cual había trabajado estrechamente en los últimos años.

De hecho, ambas renuncias se dieron casi simultáneamente.

Y aunque Gage sostiene que en su personal buscan lealtad y permanencia a largo plazo, trata de minimizar el golpe que significa la salida de Steiner.

"Sabíamos que ese es el estilo de Kerzner y desde un principio pensamos que intentaría llevárselo", dice.

No obstante, en su idea, Kerzner en el pecado puede llevar la penitencia, ya que la contratación de Steiner "les va a elevar de forma importante sus costos de operación. Además, por la cantidad de cuartos que van a tener, necesitarán un staff mínimo de 600 personas, a las cuales les están ofreciendo sueldos mayores en 20 y 30 por ciento para convencerlos de irse".

El ejecutivo sostiene también que el know how para manejar un hotel lo posee más la empresa operadora que el gerente. "Rosewood tiene ejecutivos de igual o mejor calibre que Steiner", asegura.

Por lo pronto, la operadora ya está buscando al sustituto del chileno y es muy probable que traigan a Las Ventanas a alguien que actualmente está manejando uno de sus hoteles en Indonesia.

Sin embargo, Carlos Gage trata de verle el lado bueno al asunto: "Sabemos que no hay competidor pequeño. Esta situación nos llevará a actualizarnos y a repensar la manera de hacer las cosas. Hay que sacudirnos la soberbia y tener apertura para proteger el mercado y nuestra imagen. Habrá que hacer todos los ajustes para mantenernos como líderes", reflexiona.

Pero la duda persiste. ¿Por qué o por cuánto aceptó Steiner irse a la competencia? Sobre todo después de que el panorama se le ampliaba.

A finales del año pasado Rosewood inició en Punta Mita, Nayarit, la construcción de La Solana, otro hotel similar a Las Ventanas que le hará la competencia al Four Season en la clientela de alto poder adquisitivo en ese destino.

“Con este nuevo resort, Punta Mita fijará nuevas normas para la comunidad del turismo de lujo no sólo en México, sino en el mundo”, comentó Andrés Baños, vicepresidente del sector inmobiliario de DESC, la empresa de Fernando Senderos que lleva a cabo la obra, cuya inauguración está programada para fines de 2004.

Steiner había sido ya nombrado su director general.

Quien conoce la cantidad que Kerzner le ofreció a Steiner se niega a revelarla, pero la califica de "obscena".

Hoteleros que manejan empresas de gran lujo y funcionarios de la industria turística calculan que para convencer a un ejecutivo de la talla de Steiner, la oferta debió rondar entre los 25 mil y los 30 mil dólares mensuales. Dinero que, según dicen, es lo de menos, frente a las prestaciones que el contrato conlleva: casa, vehículos, comida, viajes en primera clase, ropa y préstamos personales. En algunos casos el acuerdo incluye una participación de las utilidades de la empresa o accionaria.

Así que prácticamente pueden ahorrar todo su sueldo, ya que todo se les paga.

Revista 7Cambio

Modificado el ( miércoles, 22 de septiembre de 2010 )
 
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