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Turismo Cultural. El Programa Pueblos Mágicos da valor agregado a las localidades PDF Imprimir E-Mail
escrito por CPTM   
sábado, 30 de noviembre de 2002

Turismo Cultural. Pueblos Mágicos

Pueblos Mágicos da valor agregado a localidades con atractivos turísticos

Lo que en 1993 surge como una idea a partir de la visita del Papa Juan Pablo II a Izamal, Yucatán, en el 2001 se presentó como un proyecto por parte de la Secretaría de Turismo con el nombre de Pueblos Mágicos.

Pueblos Mágicos va dirigido a tres segmentos: a autoridades estatales, municipales y prestadores de servicios turísticos; a poblados y ciudades que cumplan con los criterios rectores; y, tercero, a pueblos con potencial turístico que requieran inversión para imagen urbana.

El proyecto conjunta las acciones de 17 dependencias y organismos de orden federal para impulsar el desarrollo turístico de pueblos tradicionalmente conocidos, pero que no cuentan con la infraestructura necesaria para retener a los visitantes por más de un día, informó Alberto Ruiz, jefe de Proyecto de la Coordinación de Ciudades Coloniales.

Por ello, es un programa que contribuye a darle valor agregado a las diversas poblaciones del país que sean susceptibles de recibir ciertos flujos turísticos.

Pueblos Mágicos es un proyecto de desarrollo integral para el cual se han hecho una serie de convenios con diferentes dependencias para su aplicación. Como ejemplo, Luz y Fuerza participa con la instalación de cableado eléctrico oculto; la Secretaría de Comunicaciones y Transportes hace su parte mejorando las carreteras y la Comisión Nacional del Agua con el tratamiento y limpieza de los afluentes hidráulicos.

Son seis rubros en que los “pueblos mágicos” se benefician al participar en el programa: imagen urbana, atención al turista, modernización de medianas y pequeñas empresas turísticas, servicios, asistencia técnica y financiamiento.

Las expectativas de este proyecto se tienen establecidas a mediano plazo, por ello se marca como un requisito el compromiso de Cabildo Municipal por un periodo de cinco años.

Cada lugar propondrá su propio programa de desarrollo, de acuerdo a sus necesidades y condiciones específicas. Mientras que otras instancias darán orientación en otros sectores como recolección de basura, rescate arquitectónico y conflictos sociales.

Los pueblos pioneros en este programa son Huasca de Ocampo, en Hidalgo; Real de Catorce, en San Luis Potosí e Izamal, en Yucatán, los cuales empezaron a recibir los apoyos en el 2001.

Huasca de Ocampo es un pueblo de tradición minera situado a sólo 34 kilómetros de Pachuca. Con el paso del tiempo este poblado adquirió una bella imagen urbana con calles empedradas y casa pintadas de colores pastel, con techos de tejas rojas a dos aguas.

Real de Catorce se localiza a 223 kilómetros al norte de la ciudad de San Luis Potosí. Esplendor y declive son las palabras que definen a este pueblo, que gracias a la actividad minera floreció y llegó a albergar a más de 50,000 habitantes.

Sin embargo, como consecuencia de la revolución, su población se mermó significativamente y en la actualidad es prácticamente un gran pueblo fantasma, lo cual lo hace muy atractivo.

Izamal, o “La ciudad amarilla”, está conformada por edificaciones de origen colonial; no obstante, se le conoce también como “La ciudad de las tres culturas", pues en ella se combinan rasgos de su pasado prehispánico, del periodo colonial y de la época actual.

Se encuentra situada a una hora de Mérida y es comúnmente incluida en la ruta para visitar el sitio arqueológico de Chichén Itzá.

Los que siguen

Actualmente la lista de pueblos Mágicos incluye además a San Miguel de Allende y Dolores Hidalgo, en Guanajuato; Tapalpa y Tequila, en Jalisco; Tepozotlán, en el Estado de México; Pátzcuaro, en Michoacán; Tepoztlán, en Morelos; Mexcaltitlán, en Nayarit; y Cuetzalan, en Puebla. Para el año 2003 se integrarán a la lista Taxco, en Guerrero y Comala, en Colima.

En otros ocho estados de la república existen lugares que utilizan la marca de Pueblos Mágicos con acciones pagadas por ellos mismos. Tal es el caso de Asientos, en Aguascalientes.

Las entidades federativas son quienes proponen a la Secretaría de Turismo la inclusión de alguna de sus ciudades, pero sólo aquellos pueblos que cuenten con una atmósfera especial, con tradiciones y que ya sean visitados por el turismo nacional e internacional podrá aspirar a ser considerado dentro de este grupo.

Otros de los requisitos son: que estén ubicados en zonas cercanas a sitios turísticos o grandes ciudades; que cuenten con accesos razonables a través de carreteras; que tengan algún valor, motivo histórico o religioso; que exista la voluntad de la comunidad y del gobierno de participar; y que el turismo potencial que llegue a visitarlos genere un gasto en beneficio de la comunidad a través de la venta de artesanías, comercio, restaurantes y otros servicios.

Modificado el ( martes, 13 de mayo de 2008 )
 
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