HUATULCO. Desde que fue construido, Huatulco navegó del fracaso al olvido. Nació con débil estrella y vivió más de veinte años de mala suerte. Sin embargo, la fortuna parece haber llegado por fin a este destino turístico de Oaxaca, gracias a lo que se asemeja a una casualidad: Felipe Calderón, antes de ser presidente, solía venir a estas bahías a vacacionar porque le gustan mucho.

Ciudad Abierta

2008 Marzo 30

La suerte le cambió a Huatulco

A partir de que fue construido, Huatulco navegó del fracaso al olvido. Fue el último de los cinco Centros Integralmente Planeados (CIP) que se proyectaron desde el gobierno de Gustavo Díaz Ordaz, por lo que su edificación se dio hasta la administración de Miguel de la Madrid.

Pero nació con débil estrella y vivió más de veinte años de mala suerte. Sin embargo, la fortuna parece haber llegado por fin a este destino turístico de Oaxaca, gracias a lo que se asemeja a una casualidad: Felipe Calderón, antes de ser presidente, solía venir a estas bahías a vacacionar porque le gustan mucho.

Estas visitas con su familia le permitieron descubrir que Huatulco merecía un mejor sino, por lo que ahora decidió que será el gran proyecto turístico de su sexenio. Así lo piensan en el Fondo Nacional de Fomento al Turismo, aunque en la Secretaría de Turismo hay quien afirma que aún están por venir proyectos más importantes.

Pero, por lo pronto, esta vez los planetas se alinearon a favor de Huatulco, nacido a mediados de la década de los 80 del siglo pasado. Como en los mejores tiempos del presidencialismo, el Todopoderoso dio la orden de que Huatulco saliera de su estado comatoso y se levantara, y para eso puso los dos ingredientes básicos para alcanzar el milagro, que nunca hubo antes: voluntad política y una chequera abierta.

Y es que no sólo se trata de que Huatulco sea la playa favorita de Calderón, sino que también su secretario de Turismo, Rodolfo Elizondo, lleva varios años cargando el sambenito del fracaso de Huatulco como centro turístico. Y no es que sea culpa de este funcionario, sino que desde que llegó al cargo, en agosto de 2003, se propuso sacar a este sitio de su marasmo, objetivo que también compartió John McCarthy, el entonces director del Fondo Nacional de Fomento al Turismo, organismo responsable de los CIP’s.

Por eso fue que, a tan sólo cinco días de haber asumido la titularidad de la Secretaría de Turismo, Elizondo viajó a Oaxaca para reunirse con José Murat, que en esos días despachaba como gobernador de Oaxaca, y un grupo de empresarios locales, ante los cuales tomó el compromiso de promover el relanzamiento de Huatulco.

Los problemas que habían impedido el desarrollo turístico del destino eran de sobra conocidos. Murat decía que Huatulco era una casa que habían construido sin puertas ni ventanas. Y la comparación parecía certera: el lugar es muy bonito, ¿pero cómo llegar? Por tierra, carece de una autopista decente y por aire el monopolio lo detentaba Mexicana de Aviación, que encarecía el destino al cobrar una tarifa muy cara. Además, nadie lograba romper el círculo vicioso de que no había más vuelos porque carecía de una suficiente masa crítica de habitaciones, y nadie se arriesgaba a construir más hoteles porque no había suficientes vuelos. Así de simple y complicado.

Sin embargo, el empeño de Elizondo no fue suficiente, ya que el presidente Vicente Fox nunca lo apoyó con lo que se requería: decisión y dinero. Lo animó en el discurso, pero a la hora de la verdad lo dejó colgado de la brocha. Y el secretario de Turismo ha tenido que apechugar ese fracaso, al punto que se molesta cuando alguien le recuerda que él ya encabezó un anterior relanzamiento de ese destino.

El renacimiento

Pero hoy las cosas han cambiado. En una gran ceremonia frente al mar, en el campo de golf de Tangolunda, este martes el presidente Calderón anunció el renacimiento de Huatulco. Porque él lo ordenó, en este nuevo relanzamiento participarán 16 Secretarías de Estado, varias dependencias federales, el gobierno estatal y el municipal. Autorizó el presupuesto para la construcción de una carretera y Sectur y Fonatur realizaron un trabajo previo, con lo que llegaron a este día con proyectos hoteleros amarrados que garantizan la construcción de mil 887 cuartos de hotel que deben estar listos el próximo año.

El compromiso presidencial fue terminar la administración calderonista con cinco mil habitaciones. Actualmente Huatulco solamente cuenta con alrededor de 2,500.

La empresa española Aldesa pondrá 951 cuartos; el hotel Gala será ampliado con 128 habitaciones más y se convertirá a la marca Dreams de la compañía AMResorts, que además edificará un Secrets, con 393 llaves, entre otros proyectos.

Huatulco es un lugar bellísimo que, sí, merecía mejor suerte. Todo indica que a partir de ahora la fortuna le sonreirá y pronto dejará de ser el patito feo de Fonatur. O “el hijo enfermo”, como alguna vez lo definiera John McCarthy. Y también Elizondo dejará de cargar injustamente con ese muerto que muchos le habían colgado.

PIES DE FOTO.

FOTO 1: Carteles que ilustran el renacimiento de Huatulco. Foto tomada el 25 de marzo de 2008, en el campo de golf Tangolunda de este destino. ATM

FOTO 2: Hotel Camino Real Zaachila. ATM

FOTO 3: Playa del hotel Gala. ATM