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La hotelera francesa Accor quiere crecer en México PDF Imprimir E-Mail
escrito por Gustavo Armenta   
domingo, 16 de marzo de 2008

MÉXICO, DF. En el mundo, los hoteles de Accor se encuentran en 90 naciones de los cinco continentes, nada menos que con cuatro mil propiedades, además de una cantidad similar de agencias de viajes, así como casinos y restaurantes.

Sin embargo, a pesar de ser una compañía tan grande que maneja tres marcas de hoteles, en México apenas cuenta con seis establecimientos: dos Novotel y cuatro Ibis. Su producto de mayor lujo, Sofitel, aún no llega por acá.

Para Jean Philippe Claret, director general de “Accor Hospitality”, división en la que se enmarca la hotelería, la razón de su escasa presencia en la república mexicana es muy sencilla: cuando se expandieron a América, atacaron primero otros mercados, como el brasileño, y a México llegaron 25 años después. Ante este panorama, Accor tiene un programa de expansión que ya está en marcha.

 

2008 Marzo 16

Ciudad abierta

Accor quiere crecer en México

Accor es una empresa francesa que tiene gran presencia en México. En su división “Accor Servicios”, donde lo mismo maneja vales para despensas, restaurantes o gasolina, cuentan con 23 mil clientes, 1.8 millones de usuarios y 30 mil establecimiento afiliados.

Pero también tienen una división de Hoteles que, paradójicamente, en nuestro país apenas y tiene presencia.

En el mundo, los hoteles de Accor se encuentran en 90 naciones de los cinco continentes, nada menos que con cuatro mil propiedades, además de una cantidad similar de agencias de viajes, así como casinos y restaurantes.

Sin embargo, a pesar de ser una compañía tan grande que maneja tres marcas de hoteles, en México apenas cuenta con seis establecimientos: dos Novotel y cuatro Ibis. Su producto de mayor lujo, Sofitel, aún no llega por acá.

Para Jean Philippe Claret, director general de “Accor Hospitality”, división en la que se enmarca la hotelería, la razón de su escasa presencia en la república mexicana es muy sencilla: cuando se expandieron a América, atacaron primero otros mercados, como el brasileño, y a México llegaron 25 años después.

Por esto es que, por ejemplo, en Brasil, donde pusieron su primera propiedad en 1976, hoy cuentan con 120 hoteles.

La determinación de no comenzar con nuestro país hay que analizarla en el contexto de lo que sucedía en aquellos días. Después de varias décadas de desarrollo estabilizador y una economía con una paridad fija de 12.50 pesos por un dólar, 1976 coincide con la llegada al poder de Luis Echeverría, con el cual dio principio el rosario de crisis económicas sexenales que abarcaron cinco presidentes, el último de los cuáles fue Ernesto Zedillo que llegó a la presidencia a finales de 1994 y la emergencia financiera le estalló a unos cuantos días de haber asumido el poder.

Así es que, tanto por las crisis económicas del país, como por la insuficiencia de recursos del propio Accor, abrieron su primer hotel en México hasta 2002, año en que llegaron con cuatro propiedades, financiadas con fondos propios.

Actualmente, en México y Monterrey existen sendos Novotel; en tanto que Estado de México, Monterrey y Guadalajara conjuntan cuatro Ibis, ya que en la capital de Nuevo León poseen dos.

En 2004 tuvieron la intención de introducir su marca Sofitel, de lujo y para vacacionistas, para lo cual acordaron en Cancún un contrato bajo el esquema de operación con los dueños mexicanos del edificio. Desgraciadamente, durante el proceso de construcción los propietarios cambiaron el trato: querían ahora un convenio de renta fija, para conseguir mejores condiciones de financiamiento con los bancos.

Accor declinó esta propuesta, debido a que, al ser una empresa que en Europa cotiza en la Bolsa de Valores, los analistas consideran como deuda los contratos de renta fija, lo cual afecta sus balances financieros.

Al hacerse a un lado Accor, el Grupo Posadas, que encabeza Gastón Azcárraga, entró al quite. Ese edificio es el hotel Aqua, recién reinaugurado en enero pasado, luego de haber estado cerrados dos años por los daños que le causó el huracán Wilma.

Esta historia, contada por Claret, echa por tierra la versión de que los dueños del inmueble eran unos estadounidenses que cancelaron el contrato porque el gobierno francés se había negado a apoyar al presidente George Bush en la invasión a Irak.

A recuperar el tiempo perdido

A más de tres décadas de distancia desde 1976, hoy las cosas han cambiado. Superada la crisis económica de 1995, desde finales del gobierno de Zedillo y hasta la fecha nuestro país goza de estabilidad financiera; las finanzas de Accor son muy buenas; hay apoyo gubernamentales para inversionistas; y, además, existe una demanda de mercado.

Ante este panorama, Accor tiene un programa de expansión que ya está en marcha.

Claret sostiene que, a pesar de que Novotel e Ibis son marcas enfocadas al viajero de negocios, segmento que propició la aparición de varias marcas en los años recientes, como One o City Express, por citar sólo dos, el potencial en México todavía es muy grande para este mercado de clase económica.

En estos momentos tienen cuatro Ibis en proceso de desarrollo: Tlalnepantla, Mérida, Chihuahua y San Luis Potosí, que abrirán a principios de 2009. A partir de ahí, su meta es inaugurar siete Ibis cada año.

Para introducir la marca Sofitel, están pensando en destinos consolidados como Cancún, Riviera Maya y Los Cabos; aunque la mayor sorpresa estaría en que también piensan en la Ciudad de México, sobre Reforma. “Sofitel es una cadena muy selectiva en ubicaciones y la avenida Reforma es el Champs Elysées de México”, comenta Claret. Aunque tampoco descarta San Fe.

Mientras que para Novotel, no tan económico como Ibis, pero tampoco de lujo, planean un crecimiento de una propiedad anual. En la zona de Santa Fe, en el Distrito Federal, y Monterrey, podrían estar los próximos.

Y, si ahora tienen la liquidez que antes les faltó, se debe a que Accor entró a la tendencia mundial hotelera de vender activos inmobiliarios para hacerse de recursos, pero amarrando con los nuevos propietarios contratos de operación. Un caso similar sucede en México, por ejemplo, con la cadena AMResorts, que dirige Alejandro Zozaya.

Claret puntualiza que a su empresa le va muy bien en México y por eso quieren recuperar el tiempo perdido y crecer. Con tarifas promedio de 499 y 599 pesos, cerraron el año pasado con una ocupación de 76%, lo cual representa veinte puntos por arriba del promedio de ocupación nacional. Nada mal.

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Modificado el ( martes, 18 de marzo de 2008 )
 
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